Aunque parezca mentira, en Holanda todo el mundo come matzá, todo el año. Te contamos como comenzó todo…
Los fabricantes de matzá viven todo el año de lo que venden en Pesaj. Esto es así en todo el mundo, como uno podría imaginarse.
En todo el mundo, salvo en Holanda. Y más aún: muchos holandeses consideran a la matzá una verdadera delicia, y la consumen cubierta con manteca, chocolate, y una gran variedad de “toppings”.
¡Y es una comida típica de Pascuas!.
¿Cómo comenzó la historia de amor de los holandeses con la matzá?
Antes de la invasión nazi, existían en Holanda varios fabricantes de matzá, que funcionaban solo durante Pesaj. Al finalizar la última horneada del año, los empleados solían marchar por las calles vestidos con túnicas blancas para luego apagar ceremonialmente los hornos.
Una de esas fábricas era Hollandia, fundada en la ciudad de Enschede por una familia judía llamada Woudstra. Cuando los nazis invadieron Holanda en 1940, los Woudstra se escondieron y los nazis cerraron Hollandia.Luego de la guerra, Hollandia fue reabierta con subsidios del Plan Marshall (el plan de ayuda financiera de los Estados Unidos para reconstruir la Europa devastada por la guerra). No se trató solo de reconocer el sufrimiento de los judíos durante el Holocausto, sino también de una decisión práctica: la matzá no requiere huevos, ni sal, ni azúcar, todos los productos que escaseaban inmediatamente después de la guerra. Al ser una de las primeras panificadoras en renacer después de la guerra, Hollandia y sus productos se consolidaron como una marca familiar para todos los holandeses.
Hollandia fue comprada en 2004 por dos socios no-judíos, que le dieron un nuevo impulso a la producción de matzá aprovechando que la matzá es percibida como muy saludable al ser producida sin aditivos ni conservantes, y con ingredientes muy nutritivos.
Hoy, en cualquier supermercado (y hogar) de Holanda, se pueden encontrar matzot orgánicas en dos variedades: de trigo integral y con hierbas y especias.
Hollandia produce unos 40 millones de matzot al año, y debe ser la única fábrica de matzot del mundo ¡que pierde dinero en Pesaj!
Casi todas sus ganancias provienen de la venta durante todo el año de matzot sin certificación “kosher para Pesaj”. Desde cuatro semanas antes de Pesaj, Hollandia también produce matzá “kasher le Pesaj” que venden al mismo precio que las otras, pese a que su costo es mucho mayor.
Pero no se quejan: la fecha de Pesaj coincide en términos generales con la Pascua cristiana, en la que millones de holandeses comen matzá como parte de una tradición nacional anterior a la costumbre actual de comer matzá durante todo el año.
Esta tradición podría deberse a la tradición de convivencia entre judíos y cristianos en Holanda, pero quizás también a que las Iglesias protestantes holandesas enfatizan en la lectura y estudio de la Biblia hebrea mucho más que otras iglesias.
Este “préstamo” culinario no es el único: el oliebol es un bocadillo frito que se come en los inviernos holandeses y que muchos asocian con los sufganiot de Janucá (y la costumbre de comer alimentos fritos en esa festividad).