Dos fuerzas espirituales operan en el hombre: el Ángel de la Vida y el Ángel de la Muerte. Aunque parecen ser opuestas, ambas conducen hacia el mismo objetivo: el desarrollo espiritual
Antes de comenzar, debemos recordar la regla básica establecida por los cabalistas: todos los personajes, personas e historias misteriosas que aparecen en el Zohar simbolizan solo fuerzas y procesos espirituales, y nada más que pueda venir a la mente.
“El ángel de la vida y de la muerte” representa dos fuerzas espirituales que operan dentro de cada uno de nosotros.
El ángel de la vida es el poder que lleva al hombre al sentimiento espiritual. El de la muerte, por su parte, es la fuerza que atrae al hombre en direcciones que lo alejan de la vida espiritual.
Pero aunque parezcan opuestas, ambas fuerzas tienen la misma función de atraer al ser humano hacia a la espiritualidad, solo que cada una lo hace de una manera diferente.
Para mantenerte alejado de la espiritualidad, el Ángel de la Muerte te hace sentir vacío e insatisfacción y, por lo tanto, te termina devolviendo a ella.
Por otro lado, cuando una persona elige interesarse en la sabiduría de la Cabalá, siente cómo la fuerza de la vida lo lleva de una manera positiva y agradable hacia el logro del mundo espiritual.
Redención del Hijo (Pidión Haben)
Cuando alguien responde al llamado del ángel de la vida y aprende a través de la sabiduría de la Kabalá sobre el mundo espiritual, llega a una situación especial llamada “redención del hijo”.
El concepto de “hijo” simboliza en la Kabalá el próximo estado espiritual al que el hombre aspira, mientras que el concepto “padre” simboliza el nivel actual en el que se encuentra.
El Zohar nos dice que llegará el momento en que estas dos fuerzas despertarán entre muchas personas y traerán consigo un proceso espiritual especial.
Los grandes cabalistas determinaron que el proceso comienza en el momento en que muchas personas sienten una necesidad cada vez mayor de entender por qué viven.
El ángel de la vida, cuando despierta en nosotros, nos da la oportunidad de sentir el mundo espiritual en toda su gloria. Todo lo que tenemos que hacer es, según los kabalistas, darle espacio a la sabiduría en nuestras vidas, y así alcanzar junto a toda la humanidad la cima del proceso espiritual.
En ese momento, todos alcanzaremos la realización completa en el mundo espiritual y el placer infinito que el ángel de la vida trae consigo.
La sabiduría de la Kabalá, dicen los sabios místicos, ayuda a una persona a aumentar su atracción por la espiritualidad, lo que despierta al ángel de la vida.
Cuando esto sucede, el ángel de la muerte se debilita y el hombre se libera de su control. Alcanza el estado espiritual llamado “hijo”, lo que significa que asciende al siguiente nivel espiritual.
EL “Pidion Haben” simboliza en este contexto la intención de una persona de alcanzar ese estado elevado, o en otras palabras, “nacer” a la siguiente etapa de su desarrollo espiritual.