El 29 de Enero de 1421, los judíos de Zaragoza (España) se salvan de ser masacrados, hecho que será recordado con la celebración del “Purim Saragossa”
En esta fecha, los judíos de Zaragoza, España, se salvan de una matanza ordenada por el rey Alfonso V, gracias –cuenta la leyenda- a que un puñado de bedeles de sinagoga había actuado según el consejo que les diera el profeta Elías en un sueño compartido por cada uno de ellos.
La salvación resultante, ocurrida el 17 de Shevat de 5181, fue celebrada desde entonces y apodada “Saragossa”.
Se escribió una Meguilá en hebreo -semejante a la que se lee en Purim- que describe los detalles de la milagrosa salvación.
Hasta el día de hoy se sigue conmemorando el Purim Saragossa con la lectura de dicha meguilá.
Los estudiosos aún debaten sobre la real la ubicación de la historia. Muchos piensan que ocurrió en Siracusa (Sicilia), y no en Zaragoza, España.
En cualquier caso, se trataba de una ciudad cuya calle principal judía de la ciudad albergaba 12 sinagogas.
Durante la visita anual del rey, era costumbre tomar tres Torot vestidas de oro y plata de cada sinagoga para dar la bienvenida al Rey mediante un desfile por la ciudad.
Un día, los líderes de la comunidad decidieron que la práctica violaba la santidad de la Torá y que en adelante los recipientes que contenían la Torá se sacarían vestidos como siempre pero vacíos, sin las Torot dentro.
La práctica transcurrió sin problemas durante 22 años. Pero un día, un apóstata llamado Marcus reveló el secreto en una reunión con el rey.
El rey, furioso, ordenó una inspección sorpresa al día siguiente, y el asesinato de todos los judíos si Marcus está en lo cierto.
Esa noche, el Profeta Elías se apareció en sueños a cada uno de los 12 bedeles y les ordenó que volvieran a poner las Torot en las cajas vacías.
Al día siguiente, al encontrar los rollos de la Torá dentro, el Rey ordenó la ejecución de Marcus y liberó a los judíos de impuestos por un tiempo.