El 11 de Febreo de 1939, la física Lise Meitner explica la fisión nuclear, pero su autoría del descubrimiento es silenciada por ser mujer y judía
El 11 de febrero de 1939, la física Lise Meitner envía una carta al editor de Nature, una revista científica internacional de primer nivel, en la que describe exactamente cómo podría ocurrir el fenómeno al que dio el nombre de fisión nuclear.
En esa carta, Meitner, con la ayuda de su joven sobrino Otto Frisch, brindó una explicación física de cómo era posible que sucediera la fisión nuclear.
Fue un gran salto hacia delante en física nuclear, y pese a ello hoy en día Lise Meitner permanece en la oscuridad y en gran parte olvidada, excluida de todo reconocimiento por haber sido mujer y judía.
Todo comenzó cuando Meitner instó a su colega y químico Otto Hahn a que tratara de purificar aún más las muestras obtenidas por “bombardeo” del uranio y evaluar si estaban compuestas de radio o de su “primo”, el bario.
Hahn accedió, y comprobó que Meitner estaba en lo correcto: el elemento en la muestra era de hecho bario, no radio.
El hallazgo de Hahn sugería que el núcleo del uranio se había dividido, convirtiéndose en dos elementos diferentes con núcleos más pequeños, tal como Meitner había predicho.
Meitner debería haber sido la heroína del día, y físicos y químicos deberían haber publicado conjuntamente sus hallazgos y recibido los elogios del mundo científico por su descubrimiento de la fisión nuclear.
Meitner tenía dos “problemas”: era judía y vivía exiliada en Suecia debido a la persecución antisemita en la Alemania nazi, y era mujer.
Podría haber superado cualquiera de esos obstáculos por separado, pero juntos resultaron ser insuperables.
Cuando llegó el momento de publicar, Hahn sabía que incluir a una mujer judía en el paper le costaría su carrera en Alemania.
Por lo tanto, lo publicó sin mencionarla, afirmando falsamente que el descubrimiento se basó únicamente en su propio trabajo de purificación química, y que cualquier idea física aportada por Meitner jugó un papel insignificante.
Sin embargo, Hahn tuvo problemas para explicar sus propios hallazgos. En el paper, no propuso ningún mecanismo plausible para explicar cómo se habían dividido los átomos de uranio en átomos de bario.
Pero Meitner tenía la explicación. Unas semanas más tarde, Meitner escribió su famosa carta al editor sobre la de fisión, explicando irónicamente el mecanismo del “descubrimiento de Hahn”.
Pero de nada srvió. El Comité Nobel otorgó el Premio Nobel de Química de 1944 “por el descubrimiento de la fisión de núcleos pesados” solo a Hahn.
Paradójicamente, la palabra “fisión” nunca apareció en la publicación original de Hahn, ya que Meitner había sido la primera en acuñar el término, en la carta al editor publicada con posterioridad al paper de Hahn.
La polémica resultante continúa hasta el día de hoy, y muchos críticos afirman que representa uno de los peores ejemplos de evidente racismo y sexismo por parte del comité Nobel.
A diferencia de otra prominente física nuclear cuya carrera la precedió – Marie Curie -, las contribuciones de Meitner a la física nuclear nunca fueron reconocidas por el comité Nobel.
Totalmente excluida y en la oscuridad, sigue siendo desconocida para la mayoría de la gente, aún la más informada en temas científicos.