Contar ovejas ayuda a todo el mundo, menos a…
Milman, fabricante de ropa sufría de insomnio y apenas podía mantener los ojos abiertos en el negocio.
El socio le pregunta:
– ¿Probaste el mejor remedio?
– ¿Cuál? –
– ¡Contar ovejas!
– Lo voy a probar
A la mañana siguiente, aparece mas cansado que nunca.
– ¿Qué pasó, hiciste lo que te recomendé?
– ¡Lo hice pero pasó algo terrible!
Conté diez mil ovejas. Les saqué la lana. Mandé a hacer el hilado, la tela, produje cinco mil sobretodos y me pasé toda la noche preguntándome… ¿dónde conseguir veinte mil botones grandes y cincuenta mil botones chicos?