Intentamos responder las dudas y confusiones más frecuentes sobre los Satmar, el jasidismo y los ultraortodoxos en general…
No hay Vaticano judío
Lo primero que hay que tener en cuenta es que en el judaísmo no existen Iglesia, Papa, ni Vaticano. Es decir: no existe una estructura institucional centralizada, jerárquica y vertical que refiere a una autoridad última que define canon y pertenencias. El judaísmo es multicéntrico y multifocal, constituido por una gran variedad de corrientes y subculturas, cada una de las cuales tiene sus propios criterios de autoridad y de interpretación de lo que es común a todos los judíos. La gran mayoría de l@s judí@s son laicos, y entre los que no lo son hay una enorme variedad de orientaciones, que va desde rabinos ateos (¡sí, como lo lees!) y de todo el espectro new age hasta los Satmar y similares. La relación entre ellas está marcada por un complejo entramado de consensos, disensos, y muchas veces conflictos. Como es dable esperar, algunas de ellas tienen pretensiones de autoridad y exclusividad, y se postulan a si mismos como detentores de la verdad sobre el “ser judío”, de ser cultores del único judaísmo verdadero. Pero siempre en forma autoproclamada, ante la carencia de cualquier caución externa a ellos mismos. Este tipo de dinámica ejerció justamente un rol clave en la génesis de la ideología Satmar: surgió como reacción a los cambios que comenzaron a producirse en forma acelerada en la comunidad judía de Hungría en la segunda mitad del siglo XIX. ¿De dónde vino tu abuelo?
Es importante tener en cuenta que todo lo que leerás a continuación, se aplica en principio solo a los judíos ashkenazíes (originarios de Europa central y oriental) y no a los sefaradíes (Sefarad quiere decir España, pero se refiere en forma genérica a los judíos de la Europa del sur y mediterránera) y mizrajíes (originarios de los países de mayoría árabe).
Para no hablar de los judíos originarios de otras zonas: Africa, India, China, el Cáucaso, etc. ¿Ortodoxo o ultraortodoxo? Estos términos suelen usarse generalmente como sinónimos intercambiables, pero no lo son actualmente.
En realidad, un término correcto para referirse a ellos es el de “jaredim” (“temerosos de Dios” o “los que tiemblan ante Dios”) con que se autodenominan, y que abarca básicamente a todos los grupos que aúnan práctica religiosa estricta con distintos grados de aislamiento del mundo moderno.
También suele utilizarse denominarse a si mismos “Judaísmo de la Torá”: al implicar que el resto de los judíos no lo son, dan a entender que son los únicos judíos “auténticos”.
La ortodoxia, por su parte, también está conformada por distintas variantes, con cumplimiento de las mitzvot (preceptos religiosos) igual de estricto pero insertados en el mundo que los rodea, con mayor libertad de interpretación de los textos sagrados, y una sorprendente variedad de posiciones ante las diversas cuestiones sociales. La más importante de sus vertientes es la que se conoce como “ortodoxia moderna” o “Modern Orthodoxs”.
Como dijimos, la ideología Satmar surgió como respuesta a los cambios producidos en la comunidad judía en el siglo XIX. Pero no como reacción directa a la secularización, ni al movimiento reformista, sino como respuesta a los intentos de congeniar la práctica religiosa tradicional con el mundo moderno, que marcaron el surgimiento de la “ortodoxia moderna” que mencionábamos. ¿El hábito hace al monje (o al rabino)? La ropa de invierno polaco del siglo XVIII que visten los jaredim es al mismo tiempo seña de identidad y pertenencia, distinción con el exogrupo e intento de perpetuar -o recuperar- un mundo perdido. Esto es algo común a todos los segmentos del mundo jaredí, pero dice tanto sobre su ideología y posturas como los jeans y zapatillas sobre las nuestras. En términos generales, hay dos grandes vertientes del mundo jaredí: los jasidim (o jasídicos), a los que pertenecen los Satmar, y los no jasídicos, a los que suele conocerse como “lituanos”. Todos tienen algo en común: todo judío piadoso que se precie de tal debe tener un rabino, un “sabio” que es la autoridad última de la comunidad. Aceptación de esa autoridad y pertenencia a una comunidad determiinada son indisociables entre si.
Esos “sabios” están muchas veces en desacuerdo entre si, lo que lleva a enfrentamientos,a veces violentos, entre sus seguidores. Cualquier semejanza con una hinchada de fútbol es mera coincidencia (o no…).
Otro gran mojón en la historia y la evolución de la ideología Satmar es su oposición y conflicto con Agudat Israel, el “brazo político” del judaísmo jaredí establecido en 1912 y apoyado fundamentalmente por los jasidim.
¿Quiénes son los jadisim (“piadosos”)?
El jasidismo fue un movimiento de renovación y revolución espiritual y social que surgió entre los judíos de Europa Oriental en el siglo XVIII.
Tuvo una rápida difusión entre las grandes masas populares judías al reivindicar la religiosidad popular, resaltar la importancia de la alegría y la felicidad en la vida religiosa ante la mera intelectualidad, difundirse por medio de sermones, relatos y parábolas en lugar de por doctrinas y tratados, e incorporar la mística de la kabalá a su pensamiento y doctrina. Esta visión un tanto “romántica” del jasidismo está en discusión actualmente, pero lo que es seguro es que solo se refiere al llamado “jasidismo temprano”, y que las cosas cambiaron radicalmente alrededor de 1810. A partir de ese momento, el gran dinamismo inicial se transforma en una constelación de grupos consolidados bajo un liderazgo hereditario y localizados en una localidad o un área delimitados, que da nombre a cada grupo (“los jasidim de x”, “los jasidim de y”, etc.). Por ejemplo, los jasidim de Satmar (una localidad antiguamente húngara, y que hoy pertenece a Rumania). Entre estos grupos existieron y existen diferencias y conflictos sobre muchos temas, y oposiciones a veces muy extremas. Como es el grujpo más grande y conspicuo en Estados Unidos, se tiende a utilizar equivocadamente los términos jasídico, jasidismo o jasidim cono sinónimo de Satmar, olvidando la existencia de todo el resto de los grupos del mismo origen, a veces muy distintos de los Satmar (Belz, Lubavitch, Bratzlav, etc.).
Los Satmar
Satmar es el nombre en idish de una localidad de Transilvania que se llamaba en húngaro Szatmárnémeti. Actualmente pertenece a Rumania, y se llama Satu Mare. Aunque no lo parezca, es un grupo bastante reciente: nace en 1905, como resultado de un conflicto sucesorio en otro grupo, el de los jasidim de Sighet (Sziget). El grupo rebelde abandonó su localidad de origen y se estableció en Satmar. En lo ideológico, en cambio, no se produjeron mayores cambios: continuaron adhiriendo a la llamada “escuela húngara de pensamiento ultraortodoxo”, más extrema y con diferencias notables con el resto de los utlraortodoxos. Surgió como respuesta a los profundos cambios en la comunidad judía húngara, bajo la forma de un rechazo extremo de la modernidad, sintetizada en la frase “todo lo que es nuevo está prohibido por la Torá”.
Son ellos quienes por primera vez dan estatuo de mandamiento religioso a la vestimenta tradicional y al idish como medios de distinción y separación del mundo exterior (en el que se incluye al resto de los judíos). Paradójicamente, esta separación del resto de los judíos para preservar la supuesta “pureza” original necesitó para justificarse de innovaciones en la interpretación de los textos judíos tradicionales, solo aceptadas por los Satmar.
Modenizarse para ser anti-modernos, o el reverso del gatopardismo: para que nada cambie, cambiaron algo que cambió todo… Entre las características principales de su ideología se encuentran:
– la exigencia de una completa pasividad política (lo contrario sería dudar de la divina providencia),
– un antisionismo extremo (Israel es visto como un intento de forzar la redención antes de que Dios la decida),
– la oposición a toda materia educativa que no sea religiosa, el rechazo a la educación de las mujeres (aunque fuera solo religiosa),
– las críticas a veces virulentas a todo lo “moderno” (incluyendo a la medicina),
– y la afirmación elevada a la categoría de dogma de que el Holocausto fue un “castigo divino” por el sionismo.
Diezmados durante el Holocausto junto con el resto de los judíos de Satmar, el pequeño grupo de sobrevivientes emigró a Estados Unidos y se estableció en Williamsburg, Nueva York, en donde fueron creciendo hasta convertirse en el mayor grupo jasídico de los Estados Unidos (con excepción de los Lubavitch). Actualmente se encuentran divididos en dos grupos enfrentados, a partir de una (enésima) disputa sucesoria.