El mejor antídoto contra tías cargosas…
Mis tías solían acercarse a mí en las bodas, dándome golpecitos en las costillas y diciendo:
“Eres el siguiente…”
Dejaron de hacerlo cuando yo empecé a hacer lo mismo en los funerales.
Mis tías solían acercarse a mí en las bodas, dándome golpecitos en las costillas y diciendo:
“Eres el siguiente…”
Dejaron de hacerlo cuando yo empecé a hacer lo mismo en los funerales.