Si hay una fruta que ocupa un lugar central en la tradición judía, esa es la granada, o “rimón” (campanilla) en hebreo.
La granada es una de las Siete Especies (“Shiv’at HaMinim”), los siete productos agrícolas que se mencionan en la Torá como productos fundamentales de la Tierra de Israel y cuyos primeros frutos formaban parte de las ofrendas llevadas al Templo de Jerusalem.
Los otros seis son: trigo, cebada, uva, higo, oliva y dátil (Deuteronomio 8:8).
Debido a su simbolismo especial, el rey Salomón usó la granada como emblema decorativo en el Beit HaMikdash (el Templo de Jerusalem), y también tenía su propio huerto de granadas: Tu tierra regada da un jardín de granadas con abundancia de frutos exquisitos y de hierbas aromáticas (Cantar de los Cantares 4, 13)
La Torá describe el meil (túnica) del Cohen Gadol (Sumo Sacerdote). La prenda terminaba con campanillas doradas alternadas con granadas.
En el Talmud (Zevajim 88,b) se dice que el adorno en la túnica del Cohen Gadol servía para anunciar su presencia cuando entraba en el Santuario y así evitar el Lashon Hará (habladurías y calumnias).
Rabi Moshe Alshij, un rabino que vivió en el siglo XVI en Eretz Israel, explicaba que cada medida de habla (campanilla) se rodeaba por dos medidas de silencio (granadas), ilustrando la importancia de pensar antes de hablar.
En otra parte del Talmud, los judíos se comparan a las granadas. El Talmud explica que el versículo “Tu Templo es como un trozo de granada…” (Shir HaShirim 4:3) se interpreta como “incluso los vacíos entre ustedes están llenos de buenas acciones como una granada [está llena de semillas].”
Las siete especies se comen tradicionalmente en Tu Bishvat (el “Año Nuevo de los árboles” ), Sucot (la “Fiesta de las cabañas”), y en Shavuot (la “Fiesta de la entrega de la Torá”).
Es por todo esto que la Halajá (ley judía) las considera como más importantes que otros frutos, y por ello establece que debe decirse una bendición especial después de comerlas. Esta brajá precede a las de otros alimentos (excepto el pan).
La granada alcanza la cumbre de su valor simbólico en Rosh Hashaná (el Año Nuevo judío), pues tradicionalmente se dice que tiene exactamente 613 semillas, exactamente el número de las mitzvot (preceptos religiosos).
En esa ocasión, se dice la brajá (bendición):
Iehi raztón milefaneja, Adonai Eloheinu Veelohei Aboteinu, sheirbu zajiotenu karrimón
“Sea tu voluntad, D´s nuestro y D´s de nuestros ancestros , que se multipliquen nuestros méritos como la granada”
Las menciones a las granadas en la tradición judía son numerosas, y a partir de ellas se ha asociado a las granadas con la prosperidad, la inteligencia, la belleza, la concordia y la estabilidad.
Pero también se les encontró utilidades más terrenales: Maimónides, que era médico, planteaba que era beneficiosa para calmar hemorragias, diarreas y cefaleas.
Y, entrando en tema, la granada fue durante siglos considerada por los judíos como un símbolo de amor y fecundidad por la gran cantidad de semillas que posee, y por ello se la regalaba a los novios el día en que se casaban.
La granada como afrodisiaco
Científicos de la Universidad de Queen Margaret de Edimburgo, Escocia, afirman que el zumo de granada podría alcanzar resultados afrodisíacos similares al que se consigue con el viagra.
Para llegar a esta conclusión, 58 personas participaron de un experimento: bebieron zumo de granada durante dos semanas. Las edades de los participantes oscilaron entre los 21 y 64 años.
Al finalizar los quince días, tanto hombres como mujeres habían experimentado un incremento del apetito sexual. Los hombres, manifestaron un aumento del vello corporal e incluso cambios en la voz.
Las mujeres habían fortalecido sus músculos y huesos. Los participantes también comentaron acerca de la mejora del estado de ánimo, la reducción del nivel de estrés y la mejora de la memoria.
Los científicos establecieron que el nivel de testosterona había aumentado un 30 por ciento tras el experimento y que la presión arterial disminuyó. Entre otros de sus beneficios, los científicos han mencionado que el zumo de granada ayuda a aliviar los síntomas de la osteoporosis, la conjuntivitis, los problemas digestivos y estomacales.
Más allá del zumo de granada, se pueden aprovechar los beneficios de esta fruta en una gran cantidad de diferentes recetas:
Pechugas de pollo con salsa de granadas
Ingredientes:
Un kilo de pechugas de pollo deshuesadas cortadas en rodajas
150 gramos de cebolla
200 gramos de zanahoria
Una cucharada de harina
Dos granadas
½ taza de vino blanco
300 gramos de champiñones
Cuatro cucharadas de aceite de oliva
Sal y pimienta
Procedimiento:
1.- Saltear el pollo en una sartén con un poco de aceite.
2.- En el mismo aceite freír la cebolla en trozos junto a las zanahorias cortadas en láminas delgadas.
3.- Sumar la harina con los granos de granada, verter el vino, y dejar cocer durante quince minutos. Si no se come kosher, agregar también medio litro de leche. En su defecto, agregar un poco más de vino para evitar que la mezcla se seque demasiado.
4.- Volcar la salsa sobre el pollo
Más alimentos afrodisiacos de la cocina judía
Alimentos afrodisiacos de la cocina judía: la cebolla
Alimentos afrodisiacos de la cocina judía: el ajo
Alimentos afrodisiacos de la cocina judía: el apio
Alimentos afrodisíacos de la cocina judía: el chocolate
Alimentos afrodisíacos de la cocina judía: la miel
Alimentos afrodisiacos de la cocina judía: el huevo
Alimentos afrodisiacos de la cocina judía: el vino
Alimentos afrodisiacos de la cocina judía: el anís
Alimentos afrodisiacos de la cocina judía: las nueces
Alimentos afrodisiacos de la cocina judía: la canela
Alimentos afrodisiacos de la cocina judía: endibias y estragón