¿Eres de ascendencia sefaradí o ashkenazi? ¿quieres saber el origen de tu apellido? Entonces, esta nota es para ti…
Apellidos sefardíes
Hay una diferencia clara entre los apellidos sefardíes y los askenazis, refiriéndonos a la cantidad de años que han pasado comúnmente desde que los diferentes apellidos han sido adoptados.
Para empezar, digamos que entre los askenazis la mayor parte de los apellidos han sido adoptados hace un tiempo relativamente (y es que siempre son relativos estos tiempos) reciente.
Por otro lado, los apellidos de los sefardíes en general fueron adoptados en los siglos doce o trece (y algunos aún un tiempo antes), con lo cual podemos notar la diferencia de historia sobre sus espaldas
que unos y otros tienen.
¿A qué se debe esto? A que recién en el siglo diecinueve se promovieron en diferentes partes de Europa una serie de leyes que apuntaban a facilitar las tareas del gobierno, en especial en lo que concernía a la recolección de los impuestos, así también como al censo y control de los habitantes.
Esto no solo ocasionó toda una serie de familias con nombres nuevos y, como dijimos, relativamente recientes, sino también que hubiese muchas personas sin relación familiar entre sí que terminaran compartiendo un apellido, ya que simplemente terminaron adoptando el mismo apellido cuando llegó el momento de seleccionar (o serles asignados) aquel con que deberían seguir sus vidas.
Por otro lado, el hecho de que los nombres sefardíes tengan una historia mucho más larga y que hayan permanecido inalterados durante mucho más tiempo (al menos en una buena parte de los casos) permite que tengan un uso distinto en para ellos.
En la tradición sefardí, el nombre de familia identifica a la persona como el descendiente de un tronco especifico, de una familia especifica y reconocida.
Como podemos ver, esto puede no ser posible en el caso de todas aquellas familias askenazis que comparten nombre por una cuestión puramente burocrática.
Por todo esto, cuando se trata de hacer un estudio genealógico de una familia en particular, no tienen todos los datos la misma importancia. Y cuales son más importantes también dependerán en gran parte (o totalmente) de cual es la rama que estamos estudiando. No es lo mismo para un sefardí que para un askenazi.
En el caso de la investigación sobre los askenazi lo más importante muchas veces es la localización geográfica, el nombre exacto de shtetl tiene una importancia casi superlativa, que muchas veces es incluso mayor que el del nombre de la familia, ya que suele poder seguírselo a través de una mayor cantidad de años, sin caer en esa especie de agujero negro que puede llegar a ser el siglo diecinueve.
Por otro lado, el caso de los sefardíes, es todo lo opuesto. El nombre de la familia es el dato más importante que se puede tener, mientras que la localidad y el shtetl pierden totalmente frente a este.
Esto se debe en gran parte a que, históricamente, los sefardíes son prácticamente nómades, viajando constantemente, yendo de un lado al otro y trasladándose de un lado a otro extensivamente.
Esto hace que el dato geográfico se vuelva obsoleto muy rápidamente (excepto en el caso de los “judeoconversos”, pues en ese caso sí muchas familias permanecieron por generaciones en su lugar de origen o de refugio, y no solo en España y Portugal sino también en Sicilia y Calabria).
Pero el apellido es algo que no se cambia, a lo que las familias se aferran constantemente y en todo lugar y no cambiarán por nada, así que es mucho más fácil de seguir a través del tiempo, más aun considerando su origen en general bastante antiguo.
También tienden a conservar su genealogía, lo cual facilita mucho el estudio.
Origen de los nombres sefaradíes
Los apellidos sefardíes tienen mucho orígenes distintos, pero la mayor parte de ellos pueden ser fácilmente reconocidos prestando tan solo un poco de atención a los apellidos.
– Toledano: Que proviene de Toledo.
-Alfasí: Que proviene de Fez
– Mizrahi: Proveniente del Este
– Levanti: Proveniente del este, también conocido como Levante
Estos apellidos son fáciles de entender, y con tan solo unos pocos ejemplos comprendemos claramente cual es el sistema al que estamos haciendo referencia. Como estos, podemos encontrar muchísimos más. Hay otros apellidos que denotan un pasado ilustre.
Prefijos y Sufijos
Los prefijos son un tipo de afijo que precede a los morfemas a los que están unidos. El sufijo tiene la misma función, pero se une al morfema al final del mismo, no en su comienzo. Son muy interesantes para analizarlos un poco, en relación con los apellidos.
Es muy común en la mayor parte de las culturas encontrar patronímicos cuyo significado es “hijo de”. En casi todos los lugares del mundo vamos a poder encontrarlos.
Esto se puede encontrar en los askenazi con las terminaciones “ovich” y “sky”. Un par de ejemplos de esto serían los apellidos como Abrahamovic (hijo de Abraham) y Abramsky (hijo de Abram).
También entre los sefardíes podemos encontrar una cuantas formas comunes de “hijo de”. En el hebreo podemos encontrar la forma Ben. En Arabe, la forma Ibn y en arameo la forma Bar.
Ejemplos de esto son Ben Malka, Ibn Malka, Ibn Shaprut, Malka Bar Aha y otros. En todos los casos podemos ver como aparece la forma que determina el “hijo de”.
También podemos encontrar una forma que significa “padre de”, aunque es un poco menos común. Ejemplos de esto son Abi, en hebreo; y Abu en árabe, como podemos ver en los nombres Abishera y Abudarham.