El 2 de abril de 1826, Anna Costantini es secuestrada por la Iglesia en Ancona y obligada a bautizarse a los 16 años
Anna Costantini nació en Ancona en una familia judía. Mientras era un bebé, enfermó seriamente y su niñera cristiana la bautizó en secreto, a escondidas de sus padres.
A los 16 años se comprometió con un joven de la comunidad judía de Ancona.
Es supuestamente en ese momento que la Iglesia local se entera del bautismo, y en la noche del 2 de abril del año 1826 ordena que sea entregada por su familia para ser confinada en la casa del Maestre Pie, que servía de asilo/prisión para los no cristianos -judíos en su mayoría- que decidiían o eran forzados a convertirse al catolicismo.
Las crónicas eclesiásticas relatan que luego de un largo periodo de resistencia, Anna finalmente cedió ante “los más dulces modales” con lo que era “instruida y enseñada en la religión cristiana”.