Curar mediante experiencias “psicodélicas” los traumas transmitidos a través de generaciones de judíos: ese es su objetivo…
Al rabino estadounidense Zac Kamenetz le pasó lo que a muchos: perdió su trabajo durante la pandemia.
Pero en lugar de lamentarse, decidió aprovechar la oportunidad para comenzar a realizar su sueño: que los traumas del pasado judío puedan curarse a través del uso de las sustancias llamadas “psicodélicas” (como el LSD), y que los encuentros místicos mediados químicamente sean una parte normal de la espiritualidad judía.
Para lograr ese objetivo, debe crear algo que todavía no existe: en sus palabras, “un espacio en el que las personas puedan vivir esas experiencias en forma segura y acompañada por un profesional, para luego integrar esas experiencias en una comunidad dedicada a compartir sus experiencias místicas con otras personas“.
Kamenetz tuvo dos experiencias personales con la psilocibina, y ambas se realizaron legalmente como parte de un estudio de la Universidad Johns Hopkins sobre las experiencias psicodélicas en el clero de varias religiones.
Esas experiencias estuvieron entre las más poderosas de su vida, dijo, y lo convencieron de la necesidad de un tratamiento con psicodélicos para la comunidad judía.
Ya dio los primeros pasos: fundó una agrupación llamada Shefa, y consiguió el apoyo de donantes individuales y de instituciones como la “Fundación de la Familia del Dr. Bronner” (una marca muy conocida de jabones y productos naturistas) y de la Fundación Riverstyx, que financia varios proyectos “psico-espirituales”.
También comenzó a realizar “círculos de integración” regulares, reuniones grupales en las que los “compañeros de viaje” relatan y se reconcilian con sus experiencias psicodélicas.
Kamenetz organizó también un reciente evento, de dos días de duración, que le dio mucha visibilidad a Shefa: el primer “Encuentro Psicodélico Judío” de la historia.
Fue una colaboración entre Kamenetz; Madison Margolin, editora de la revista sobre psicodélicos “DoubleBlind”; y Natalie Lyla Ginsberg, directora de políticas y promoción de la “Asociación Multidisciplinaria de Estudios Psicodélicos”.
El grupo de Ginsberg, MAPS, tiene profundas raíces judías. Su fundador, Rick Doblin, se inspiró en un sueño de supervivencia a los nazis para dedicar su vida a promover los psicodélicos como una cura para los males humanos y una póliza de seguro contra otro Holocausto.
La institución apoya la investigación del uso de psicodélicos como herramienta terapéutica.
El encuentro de Shefa se centró exclusivamente en problemáticas judías relacionadas con los psicodélicos. Se realizó virtualmente del 2 al 3 de mayo, con cuatro sesiones por día.
Reunió a docenas de rabinos, académicos, artistas y otros, en paneles con temas como “¿Los psicodélicos desempeñaron un papel en los rituales judíos antiguos?”, “¿Qué atrae a tantos judíos a la India?” y “Trauma judío y terapia psicodélica: ¿qué es el tratamiento culturalmente informado?”: