El 16 de mayo de 1746, fallece Rabi Moshe Jaim Luzzatto, cuyos escritos éticos y místicos siguen teniendo una gran influencia en el mundo judío
En esta fecha de 1746, fallece de peste en Acre el rabino Moshe Jaim Luzzatto, cuyos escritos sobre la ética judía se convirtieron en una pieza central del movimiento Musar en el siglo XIX.
Luzzatto fue un destacado estudioso italiano de la Torá y cabalista cuyas enseñanzas místicas -menos de un siglo después del frenesí místico que recorrió las comunidades judías a causa del movimiento de Shabtai Zvi- hicieron que muchos de sus escritos quemados por las autoridades judías italianas, antes de que Luzzatto buscara una atmósfera más libre en Amsterdam.
Su obra “70 Tikkunim Hadashim”, que se creía perdida, reapareció en 1958 en la biblioteca principal de Oxford.
Su libro “Mesillat Yesharim” (1740), un tratado ético con connotaciones cabalísticas que postula un proceso paso a paso mediante el cual “cada persona podría superar la
inclinación al pecado y eventualmente experimentar una divina inspiración similar a la profecía”, fue adoptado por el rabino Israel Salanter (1810-1883), quien la convirtió en una obra central de su movimiento Musar.
El método Musar para una vida ética fue utilizado por muchas ieshivot en toda Europa del Este-
La sinagoga de Luzzato en Acco fue arrasada por el gobernante beduino de la ciudad en 1758 y reemplazada por una mezquita, pero los judíos de la ciudad recibieron un pequeño edificio al norte de la mezquita, que hoy todavía funciona como una sinagoga y porta el acrónim hebreo de Luzzatto, RaMHaL.
“He aquí un hombre, la mayor parte de sus años los pasa pensando en sus asuntos, asuntos de este mundo temporal. ¿Por qué no se dedica también, incluso si es una hora, a pensar en estas otras cosas: ¿qué es él?, ¿por qué vino a este mundo?, o ¿qué quiere de él el Rey de reyes? ¿cuál será el final de todo esto?
Esa es la más grande y poderosa medicina contra el yetzer que se pueda encontrar. Es fácil y sus efectos son grandes.
Los frutos son muchos cuando un hombre puede pararse todos los días durante al menos una hora, libre de todos los demás pensamientos, y meditar solo en estos asuntos que he mencionado“
– Moshe Jaim Luzatto, Derej Etz Jaim