Anotó el primer gol de la historia de la selección de Polonia. Pero eso no impidió que muriera en el gueto de Varsovia
Josef Klotz nació en Cracovia, y era hijo de un zapatero judío.
Inusualmente alto para su época, fue uno de los jugadores del fútbol polaco, jugó para dos clubes en toda su carrera.
Primero lo hizo en el Jutrzenka Kraków, en donde comenzó como juvenil y jugó luego en primera hasta 1925, y luego en el Maccabi Warszawa de 1925 a 1929 (ambos eran clubes de la comunidad judía).
Se retiró del fútbol en 1930.
Así se describió la jugada en “Przegląd Sportowy”, la primer revista de deportes polaca:
“En el minuto 27, Szperling (Leon Szperling, otro jugador judío víctima del Holocausto) desborda y envía un centro. Hemming, sin jugadores rivales a la vista, la toca innecesariamente con la mano: penal.
¿A quién confiarle la importante tarea? Klotz era el único jugador de su equipo que ejecutaba penales con acierto, así que a él le concedió el capitán su confianza.
Klotz patea casi sin carrera y la coloca con tranquilidad en el ángulo superior izquierdo. El portero ni se movió“.
Klotz fue enviado al gueto de Varsovia en 1940. Fue asesinado allí por los alemanes en 1941, en una ejecución callejera de personas detenidas en una redada.
En junio de 2019, antes de un partido entre las selecciones polaca e israelí, el sobrino de Klotz, Yoav Dekel, inauguró una exhibición en Varsovia organizada por la Asociación Polaca de Fútbol dedicada a su tío y a otros futbolistas judíos que jugaron en la selección polaca.
Dekel también recibió una camiseta blanca y roja de la selección polaca con el nombre de Klotz y la firma de todos los jugadores de la actual selección de Polonia.