El 3 de julio de 1944, para combatir contra los nazis, se establece en el marco del ejército británico la Brigada Judía, formada por voluntarios judíos del Mandato en Palestina
El 3 de julio de 1944, y después de muchas dudas, el gobierno británico consiente en la creación de una brigada judía con oficiales de alto rango judíos y no judíos seleccionados cuidadosamente.
El 20 de septiembre de 1944, un comunicado oficial de la Oficina de Guerra anuncia la formación del “Grupo de Brigada Judía” del Ejército Británico, cuya sede se estableció en Egipto a fines de se mes (la formación se denominó “grupo de brigada” debido a su inclusión bajo el mando de un regimiento de artillería).
La bandera sionista fue aprobada como su estandarte oficial. Incluyó a más de 5.000 voluntarios judíos del Mandato Británico en Palestina organizados en tres batallones de infantería y varias unidades de apoyo.
Al primer ministro británico Winston Churchill se le atribuye el mérito de la creación de la brigada, en respuesta a los insistentes pedido del futuro primer ministro israelí Moshe Sharett.
La Brigada no solo combatió a los nazis, sino que también se ocupó del rescate de los judíos sobrevivientes del Holocausto y, luego de la guerra, llevó a cabo operaciones de emigración clandestina hacia el Mandato, algo que estaba prohibido y era combatido militarmente por los británicos.
Mientras que las actividades en ese sentido de la Aliá Bet, la Berijá (Vuelos) y posteriormente el Mossad son bien conocidos, la Brigada Judía precedió a esos esfuerzos tanto para el traslado de los sobrevivientes judíos al futuro Israel como para proporcionarles alimentos, cubrir sus necesidades y prepararlos para la aliá, todo bajo las narices de los británicos.
Para lograrlo, tuvieron que realizar operaciones esquemas tremendamente creativas, sorprendentes por su audacia que rayaba por momentos con la inconsciencia desesperada.
La brigada también tuvo también un papel fundamental en la formación y el éxito de las futuras FDI en enfrentar a los seis ejércitos árabes que invadieron a Israel luego de su declaración de independencia: 721 de los primeros 2.180 oficiales de las FDI eran veteranos del ejército británico, y un número considerable de ellos había sido miembro de la Bridada.
Los soldados de la Brigada Judía eran a menudo los primeros en encontrarse con los sobrevivientes del Holocausto liberados de los campos de concentración.
Los historiadores han estimado que ayudaron a llegar a Israel a entre 15.000 y 22.000 sobrevivientes internado después de la guerra en los campos de desplazados en
Europa.
Por ejemplo, era frecuente que cuando la brigada alcanzaba un puesto de control británico que requería autorización oficial para poder cruzar, sus miembros mostraran un documento que contenía el código “TTG”.
Cuando los guardias británicos decían que no correspondía a ningún estándar oficial de aprobación para cruzar, los miembros de la brigada los increpaban respondiendo que era un código “top secret” que no estaban autorizados a revelar..
Luego los amenazaban con hacerlos castigar por interferir con la operación secreta que estaban realizando, y así lograban que los dejaran pasar.
En realidad, las letras “ultrasecretas” TTG eran una mezcla de árabe e idish, que quería decir algo así como “kiss my ass”.
Otro plan audaz involucró a la creación de “dobles” de miembros de la brigada, ya que como verdaderos soldados británicos tenían derecho a transitar con mayor libertad.
Los miembros de la brigada enseñaban luego a los refugiados judíos -en sólo unas pocas noches- el suficiente inglés para saludar como y dar detalles de sus vidas personales, y los disfrazaban con uniformes reales.
Un plan tan arriesgado como ese, en el que tanto podía salir mal con facilidad,, tenía un factor importante a favor: las tarjetas de identificación de los soldados británicos carecían en esa época de fotografías.
Además. como la brigada estaba en proceso de disolución, nadie le prestaba demasiada atención al destino de sus miembros.
La brigada también falsificó certificados de matrimonio, lo que permitía bajo la ley británica que las mujeres aparentemente casadas con un judío residente en el Mandato puedieran entrar en él.
Los miembros de la Brigada Judía utilizaron camiones del ejército británico para transportar a los refugiados a los puertos italianos desde los que partirían hacia el Mandato.
Tal operación funcionó gracias en parte a que mediados de 1945, la brigada estaba estacionada principalmente en Tarvisio, Italia, cerca de las fronteras con Austria y Yugoslavia.
La brigada fue estacionada allí después de ser comandada por el Brigadier Ernest “Levi” Benjamin en la ofensiva de primavera de 1945 en la zona de los ríos Alfonsine y Senio contra la Cuarta División de Paracaidistas de la Wehrmacht.
Al menos 70 soldados de brigada cayeron en la batalla, incluyendo 30 que trataban de desalojar a los alemanes del río Senio.
La batalla, cuyo nombre en clave era “Operation Grapeshot”, Operación Grapeshot fue el último ataque aliado durante la campaña italiana, en las etapas finales de la Segunda Guerra Mundial.
Los muertos fueron enterrados enterrado en el cementerio militar británico en Ravena.
En total, 83 miembros de la Brigada Judía murieron durante la guerra, y alrededor de 200 resultaron heridos.
Los archivos británicos muestran que Inglaterra conocía en lo general las actividades clandestinas de la Brigada, y por ello la trasladó de Italia a Bélgica y Holanda en un intento por detenerlas. Intento que fracasó debido al compromiso y creatividad de sus miembros.
Por supuesto, no todas sus operaciones llegaron a buen puerto: 46 de sus miembros fueron capturados y arrestados por los británicos durante operaciones de inmigración clandestina.