Un itinerario habitación por habitación de la “casa de atrás” que cobijó a Ana, su familia, y otros judíos perseguidos por los nazis…
Ana Frank fue una de los seis millones de víctimas de la persecución nazi de los judíos durante la Segunda Guerra Mundial. Ana vivía en Alemania cuando, en 1933, llegó al poder Hitler e instauró un régimen antijudio.
Pensando en la seguridad de la familia, que era judía, los Frank decidieron mudarse a Holanda. En 1940, el ejército alemán ocupa ese país y adopta una serie de medidas dirigidas contra los judíos. Los Frank intentaron eludirlas, ocultándose.
El 6 de julio de 1942, Otto Frank, su mujer Edith Hollander y sus hijas Margot y Ana se refugiaron en el ahora célebre edificio de Prinsengracht. Luego se sumaron a ellos Hermann y Auguste van Pels, su hijo Petery Fritz Pfeffer.
El edificio consta de dos partes: una “casa de adelante” y una “casa de atrás”. En la casa de adelante se encontraban las instalaciones de la empresa de Otto Frank, que incluía un almacén en la planta baja, y oficinas y un depósito en las plantas superiores.
El almacén se extendía hasta la planta baja de la casa de atrás. En las plantas superiores de ésta permanecían los ocho “escondidos”.
Al cabo de algo más de dos años, alguien -aún no identificado- los delató y fueron deportados. Los muebles se confiscaron por orden de los nazis. Por este motivo, Otto Frank consideró que después de la guerra la casa de atrás debía quedar vacía.
Durante todo el periodo en que permanece escondida, Ana Frank escribe un diario, en el que describe en primer lugar sus propios pensamientos y sentimientos, el aislamiento de los escondidos y el miedo permanente a ser descubiertos.
El diario de Ana se publica en Holanda por vez primera en 1947 y se traduce luego a más de 65 idiomas en todo el mundo.
Otto Frank
Otto Frank regresa a Amsterdam en junio de 1945. Después de un tiempo, decide publicar el diario de su hija Ana, que había quedado abandonado tras la detención.
En 1953, se casa en segundas nupcias con Eltriede Markovits, con quien se instala en Basilea (Suiza). Confía la gestión de Ios derechos de autor del diario de Ana Frank al Fondo homónimo, establecido asimismo en Basilea. Otto Frank fallece en 1980, a la edad de 91 años.
“Para construir un futuro, es preciso conocer el pasado”.
Otto Frank, 1967
Otto Frank participó activamente en la apertura al público de la casa de atrás convertida en museo. Por otro lado, luchó por la reconciliación y por el respeto de los derechos humanos.
Después de su muerte, acaecida en 1980, la Casa de Ana Frank siguió desarrollando su labor. La Casa de Ana Frank no se centra únicamente en el pasado.
Los prejuicios, la discriminación y la violación de los derechos humanos se producen también en la actualidad, en todas partes del mundo. Estos temas constituyen el foco de atención de sus actividades educativas.
Los diarios de Ana Frank
“Hace mucho que sabes que mi mayor deseo es llegar a ser periodista y más tarde una escritora famosa. En cualquier caso, cuando acabe la guerra quisiera publicar un libro titulado ‘La casa de atrás‘”.
Ana Frank, 11 de mayo de 1944.
Tras la detención de los escondidos, Miep Gies y Bep Voskuijl suben a echar un vistazo en |a casa de atrás. Allí encuentran el diario a cuadros de Ana, además de sus cuadernos y hojas sueltas.
Miep Gies pone todo a buen recaudo en su escritorio. Después de la guerra, cuando queda claro que ha muerto en Bergen-Belsen, Miep entrega Ios escritos de Ana
a Ottoo Frank.
En una vitrina se exhibe el primer diario a cuadros de Ana Frank, obsequio de sus padres al cumplir los trece años.
Una vez que lo ha llenado, Ana sigue escribiendo en unos cuadernos. Más tarde, utiliza hojas sueltas en las que revisa y reelabora su diario original, conforme a su deseo de publicar, después de la guerra, un libro sobre su estancia en la casa de atrás.
“Espero poder confiártelo todo como aún no lo he podido hacer con nadie, y espero que seas para mi un gran apoyo“.
Ana Frank, 12 de junio de 1942
“Cuando escribo se me pasa todo, mis penas desaparecen, mi valentía revive“.
Ana Frank, 5 de abril de 1944
“Una sola Ana Frank nos conmueve más que {as innumerables personas que sufrieron igual que Ana, pero cuyas imágenes permanecen en la sombra. Y así quizá haya de ser: si pudiésemos compartir los: sufrimientos de todos, no podríamos seguir viviendo“.
Primo Levi, escritor y sobreviviente de Auschwitz, 1986
La Casa de Ana Frank está abierta al público desde 1960. Todos los años, cientos de grupos escolares participan en alguno de los programas educativos que se desarrollan en sus instalaciones.
La Casa de Ana Frank elabora asimismo material educativo sobre Ana Frank, la Segunda Guerra Mundial, e| antisemitismo y la discriminación, y monta exposiciones, algunas de carácter itinerante.
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