¿Qué hace una rabina que ama el chocolate? Simple: escribe un libro sobre la relación entre el chocolate y los judíos. Y no es el comienzo de un chiste…
En su libro “On the chocolate trail” (“En la tura del chocolate”), la rabina Deborah Prinz -confesa amante del chocolate- explora el vínculo histórico entre los judíos y el chocolate y propone incorporarlo a las costumbres festivas judías, sin dejar de lado las consideraciones éticas que impone la tradición judía. Prinz cree que el chocolate puede y debe ser incorporado en las costumbres judías, más allá de las monedas de chocolate que se reparten en Janucá.
Una ocasión privilegiada para ello es por ejemplo Rosh Hashaná, como augurio de un año dulce junto a la tradicional manzana con miel.
Para ello propone manzanas cubiertas de chocolate o chispas de chocolate en la jalá agulá.
Y, para Shavuot, dice que el chocolate con leche es una gran idea: se lo puede incorporar en un cheesecake o beber chocolate caliente con leche. “El Talmud dice que debemos disfrutar de todo lo que podamos mientras tengamos la oportunidad, y creo que hay una especie de apreciación gustativa que los judíos tenemos por la comida”, dijo Prinz en una entrevista. “Ciertamente bendecimos nuestros alimentos antes y después de comerlos. Vemos a la comida como un regalo, y el chocolate definitivamente es parte de eso“.
Pero al incorporar el chocolate a la vida judía de uno, también hay una serie de valores judíos en los que uno podría y debería pensar, dice Prinz.
Para ello, hay que hacerse preguntas como: “¿esta empresa está orientada a la tzedaká? ¿Están preocupados por la comunidad? ¿Dedican un porcentaje de sus ingresos a ayudar a la comunidad? ¿Tiene certificación de comercio justo? ¿Es un chocolate más saludable para ti?“
Y, por supuesto, “¿es kosher?“
En su libro, Prinz explica que los judíos que se exiliaron de España en 1492 y luego de Portugal en 1496, tuvieron un papel fundamental en el negocio del cacao, que creció y se extendió por toda Europa.
Los judíos que vivían en la América colonial usaban chocolate para la oración del kidush que santificaba el sábado por la noche, y bebían chocolate antes del ayuno de Iom Kipur.
También tenía un papel en la seudot havra’ah (la primera comida de los dolientes después de un funeral): así como la costumbre actual es en muchos lados enviar a los deudos algo redondo como huevos duros o bagels, en esa época se enviaban bolas de chocolate, entre otras cosas.
En síntesis: desde que fueron expulsados de España y Portugal, los judíos han tenido una conexión con el chocolate que se transmite de generación en generación. Haz clic en en link para saber más sobre la relación entre los judíos y el chocolate: https://www.oivavoi.com/