El shabat, un capítulo progresista en la historia de la humanidad…
También se refiere a la elevación espiritual que impone la tradición sabática el ilustre pensador Jaim Grinberg, quien se ocupa especialmente del significado del sábado como “institución social”, haciendo notar que nadie podria negar que fueron los judíos los primeros en imponer un día de reposo obligatorio por razones sociales.
“No hace falta recalcar -observa Grinberg- que el shabat es un importante v progresista capítulo de la legislación social, y cuyo objetivo es hacer más llevadera la vida del trabajador y del individuo económicamente dependiente.
El sábado constituye también un recuerdo de la “salida de Egipto”, la liberación de aquella faena de esclavos, que se grabó en la memoria del pueblo como la más vergonzosa humillación y suplicio. En la antigüedad ningún pueblo ni ningún estado supieron de tal reforma.
Pero, según lo señala luego, el contenido del shabat hebreo no termina meramente en su aspecto social, es decir en su carácter de día de reposo.
Además de ello, nos fue mandado que celebrásemos el sábado “para santificarlo”, es decir que introdujeramos en él, o extrajéramos de él, motivos que habrían de espiritualizarlo.
De ahí que, andando los años, llegase a ser el sábado un día en que el espíritu domina a la materia. En esto consiste, en síntesis, la dinámica del shabat: significa el triunfo, el prevalecimiento del espíritu sobre la materia.
Y si desde el punto de vista social representa una reforma, el sábado constituye metafísicamente toda una revolución, pues impone el prevalecimiento de las cosas-del espíritu sobre los intereses materiales, ¡al menos un día en la semanal
Y no hay duda que encierra una gran enseñanza y brinda sugerencias bellísimas la idea que desarrolla I. L. Péretz en su obra “Di Góldene Keit” (“La cadena de oro) postulando la extensión del fervor sabático a todos los días de la vida.
El shabat en los kibutzim
La tendencia en el Kibutz es por supuesto descansar un día por semana pero esto se interpreta de varias maneras, como era de esperar en un sistema comunitario basado en una ideología socialista donde en la mayoría de los casos la observancia religiosa no tiene lugar, pero sí la pertenencia al pueblo y la cultura judías.
La forma de cumplir el shabat es decidida por cada kibutz, en asamblea general y por votación de sus compañeros. Cada kibutz lo resuelve según las conveniencias particulares en cada época del año, y según las concepciones ideológicas de sus integrantes.
El descanso sabático es absoluto en un kibutz religioso. No se ejecutan más que los trabajos imprescindibles para que no se originen perjuicios ni entorpecimientos. Es así que se ordeñan las vacas -y se hace la guardia como de costumbre, pero la leche ordeñada no es transportada, elaborada ni vendida hasta el día siguiente
No se cocina (se prepara comida en abundancia el día anterior), no se aran los campos ni se viaja (salvo pasear a pie o por motivos de gran urgencia).
Se toma sol, se lee, se estudia, se pasea y se juega con los niños. De este tipo son los kibutzim de la tendencia Kibutz Datí (Bné Akiva).
Pero los kibutzim son laicos en su gran mayoría, y en ellos suelen realizarse algunos trabajos en shabat; pero cuando un javer trabaja un día sábado tiene derecho a descansar, en compensación un día hábil de la semana.
Cuando es necesario realizar durante cierto tiempo un trabajo grande e importante, los kibutznikim (compañeros del Kibutz) renuncian muchas veces a parte de su descanso y trabajan algunos sábados que no les corresponde. Se establece, por ejemplo, que trabajarán cierto lapso con un día de descanso cada dos semanas.
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