Un programa basado en la kabalá para transformar cuerpo, mente y alma
En un libro en hebreo llamado “La dieta de la Kabalá: 22 días para transformar el cuerpo, la mente y el alma” se dice que Dios es más feliz cuando las personas imperfectas superan sus limitaciones, como la tendencia a los atracones.
“Según las enseñanzas místicas judías, está bien ser imperfecto“, dice su autor, “si Dios solo quisiera ángeles, no habría tenido que crear el mundo“.
Entre las tradiciones judías pertinentes, se cita a Maimónides – que vivió hace 800 años y escribió un libro sobre nutrición-, que decía que se debía comer hasta estar lleno en tres cuartas partes y luego había que detenerse.
Y también al Talmud, que enseña que la comida debía comerse lentamente y saborearse.
El libro también señala que “decir no es realmente decir sí: cuando dices no a la comida poco saludable, le estás diciendo sí a tu familia, le estás diciendo sí a una vida saludable.
Estás diciendo que sí a sentirte como un ser humano y no como un animal“. Primera fase: la dieta del cuerpo
El primer paso es comprender la necesidad de eliminar algunas comidas como una forma de mejorar el funcionamiento del cuerpo.
Este paso inicial pasa por seguir las siguientes siete reglas:
– Reducir la ingesta de gluten
– Reducir el consumo de sodio
– Reducir la cantidad de azúcar consumida en la dieta
– Incluir semillas en la dieta
– Poner énfasis en la ingesta de agua
– Agregar los llamados alimentos vivos en las comidas. Esto incluye verduras, frutas y otros vegetales
– Agregar los llamados “alimentos de nutrición pacífica”: los que no llevan carnes.
Estos cambios en la rutina sirven para mejorar el funcionamiento del organismo y reducir la inflamación provocada por el consumo de alimentos nocivos, con el fin de alcanzar una mejor calidad de vida. Segunda fase: la dieta de la mente
La propuesta aquí es dejar atrás los hábitos negativos que están asociados a algún tipo de trauma que la persona ha vivido a lo largo de su vida.
Según la dieta de la Cabalá, cada uno de estos problemas proviene de una especie de semilla que creció y generó una actitud negativa dentro de la mente del individuo.
En otras palabras, la idea es tratar y curar esos hábitos negativos desde la raíz del problema.
Algunas lecciones de la Kabalá utilizadas en la segunda fase de la dieta para curar los hábitos negativos son:
– Saber compartir
– El poder de decir no
– El poder de decir sí
– La meditación Tercera fase: la dieta del alma
La tercera etapa del programa propone la creación de una versión judía de los mantras orientales cuyo objetivo es hacer más espiritual el alma de la persona.
El método enseña que esto debe suceder a través de la recitación de esos mantras y de salmos en voz alta y en momentos específicos.
Sin embargo, al momento de recitar los mensajes, es necesario que la persona entienda lo que significa cada uno.
Ejemplo de menú diario de la dieta de la Kabalá
Desayuno: 1 tapioca pequeña con huevo, ½ papaya con ½ cucharadita de té de linaza y un vaso de 200 ml de jugo de uva entera.
En ayunas o después del desayuno: 1 taza de 200 ml de agua.
Colación: un jugo hecho con 200 ml de agua, 1 plátano, una cucharadita de chía y 1 cucharada de té de linaza (en una licuadora).
Almuerzo: 1 taza de 200 ml de agua, 1 taza de té o 100 g de berenjena cocida, 1 taza de té o 100 g de zanahoria cruda, 1 taza de ensalada verde y 1 filete de 200 g de pescado como la tilapia
Merienda: 1 taza de 200 ml de agua y 1 taza de nueces, maní, almendras y nueces.
Cena (temprano): 1 plato de sopa de calabaza, berenjena, chayote, zanahoria, remolacha, repollo, brócoli y verduras de hoja.
Antes de dormir: 1 taza de 200 ml de un preparado hecho con jugo de manzana, pepino, repollo, hierbabuena, lechuga y ñame. Todos los ingredientes deben usarse crudos para hacer la bebida.
Nota importante Antes de empezar, es fundamental consultar al médico para asegurarse de que la dieta en cuestión es realmente la adecuada para cada caso en particular