Ya está en Netflix, pero no te guíes por la reseña de la plataforma: no es una serie española de época más…
La serie es “Herederos de la tierra”, y se estrenó en Netflix en abril. A primera vista, parece un ejemplo más del género en rápido crecimiento de los dramas de época españoles.
Y lo es: presenta la mezcla familiar de romance, violencia y eventos históricos clave de la España medieval que ha transformado en éxitos internacionales a producciones españolas recientes como “Isabel” y “El Cid”. Y no solo eso: es una continuación de otra exitosa serie española, “La catedral del mar”. Ambas están basadas en sendas novelas de Ildefonso Falcones, y tienen el mismo productor: Jordi Frades. Las reseñas no dan mayores pistas de que haya algo más de lo habitual: “Los herederos de la tierra” nos traslada a la Barcelona tardomedieval del año 1387 y narra la historia de Hugo Llor, un muchacho de 12 años que pasa la mayor parte de su tiempo en las calles.
Su día también transcurre en las atarazanas y su sueño es convertirse en un artesano constructor de barcos, aunque su destino es incierto.
La vida de Hugo no es fácil, es un chico muy solitario y su madre se ve obligada a alejarse de él, pero cuenta con el apoyo y la protección de un respetado anciano: Arnau Estanyol (el protagonista de “La catedral del mar”, que ya había tenido que vérselas con la Inquisición)”. Pero “Herederos de la tierra” también profundiza en “la textura de la vida de los judíos españoles” de la época, cuando el país estaba en pleno descenso hacia la persecución organizada de las diferencias que culminó con el infierno de la Inquisición.
Cuando Llor es perseguido por las autoridades, encuentra refugio en una familia judía que le enseña todos los secretos del vino, lo que finalmente le allana el camino hacia las altas esferas de la sociedad.
La serie muestra la vida cotidiana de los judíos españoles y sus reacciones ante el cerco cada vez más estrecho que finalmente terminaría con la existencia de la comundiad judía en la Península Ibérica.
Mientras que producciones anteriores sobre la Inquisición, incluida la mencionada serie “La catedral del mar” y la película “Akelarre” -ambas en Netflix-, mostraban a los judíos brevemente y en su mayoría como víctimas desafortunadas, “Herederos de la tierra” profundiza mucho más.
Presenta, por ejemplo, a un judío que se entera del pogrom de Valencia en 1391, y sus luchas internas para mantener la confianza en el gobierno y el rey, quienes a veces intervenían para proteger a los judíos de las masacres, mietrnas que en otras ocasiones las ignoraban o, incluso, alentaban. Otra protagonista, Regina, es una médica judía que desea convertirse para ganar la aceptación que siempre ha deseado y casarse con Hugo, el protagonista, que no es judío.
“Más allá de ser judía, soy una persona. Una mujer. Una médica. Estoy cansada de ser ignorada. De ser escupida en la calle. De ser humillada. Estoy cansada de ser judía”, dice Regina, interpretada por la actriz española María Rodríguez Soto.
En cambio Dolça, el primer amor de Hugo, elige la muerte a la conversión. Una turba la lincha en una de las muchas escenas sangrientas que le dieron a esta serie una calificación de prohibida para menores. La escena del asesinato constituye “la primera vez que esta trágica parte de la historia judía se muestra en la televisión española”, según Reconectar, una ONG que busca conectar a personas de ascendencia sefardí con el judaísmo.
Con la colaboración de múltiples consultores y expertos en la historia sefardí -que no pudieron evitar que Dios sea llamado “Jehová” por judíos devotos que nunca harían tal cosa-, el programa también muestra de forma sincera la manera en que los no judíos trataban a los judíos en ese entonces. Incluso el noble y valiente protagonista -que debía todo lo que era a los judíos- dice en un momento sobre su ex esposa, que se había convertido principalmente para poder casarse con él: “ojalá esa maldita judía hubiera permanecido fuera de mi vida”. “Herederos de la tierra” refleja también la cotidianidad de las comunidades y círculos profesionales judíos de la época, desde médicos judíos que realizan abortos en mujeres cristianas hasta la producción de vino kosher.