El 29 de junio de 2000, fallece el actor y director de cine y teatro italiano Vittorio Gassman
Vittorio Gassman fue un actor y director italiano de teatro y cine.
Apodado “il Mattatore” (por el programa de televisión homónimo que dirigió en 1959), es considerado uno de los mejores y más representativos actores italianos, recordado por su absoluta profesionalidad (rayana en la manía), por su versatilidad y magnetismo.
Sus padres fueron Heinrich Gassmann, un ingeniero civil alemán de Karlsruhe, y Luisa Ambron, natural de Pisa y de religión judía. La religión de su padre está en duda, y uno de los hijos de Gassman, Alessandro, dice que también era judío, mientras que su hermana Paola dice lo contrario.
Según Alessandro, su reservado y talentoso padre era completamente judío tanto por parte de padre como de madre “aunque“, precisó, “no era creyente y no le gustaba revelarlo“.
Esta información fue difundida y confirmada por él en 2011 en el semanario “Oggi” -con motivo del estreno de su primera película como director, “Razzabastarda”- donde se definía como “de sangre mixta” y en una colección de entrevistas del periodista Aldo Cazzullo
Pero su hermana Paola dijo en varias entrevistas que su abuelo era católico alemán mientras que su abuela, la toscana Luisa Ambron, era judía pero “afortunadamente no fue deportada“.
En la entrevista con Aldo Cazzullo, Alessandro dice:
“Recuperé (en 2011) el antiguo apellido familiar. Ahora en el pasaporte soy Alessandro Gassmann. No para romper el vínculo con mi padre, que siempre ha sido muy fuerte, sino para recuperar la historia familiar.
Somos judíos. Yo por la mitad, mi padre en su totalidad. En 1934, la abuela, que quedó viuda con dos hijos y presintió la tormenta que se avecinaba, quitó la “enne” del apellido de los hijos y cambió el suyo de Ambroon a Ambrosi.
Mi padre Vittorio tenía todas las características que se atribuyen a los judíos, incluso el ahorro: era un hombre muy generoso -nunca lo he visto dejar que un comensal pague un almuerzo o una cena-, pero en casa apagaba constantemente las luces, cortaba el interruptor principal, aflojaba las bombillas.
Estaba obsesionado con el consumo de electricidad. Tenía un sentido de la naturaleza provisional de las cosas, de la fugacidad de la vida. Incluso lo último que me dijo fue: ‘Apaga la luz’“