Buscar a nuestros antepasados es una tarea muy agradable pero también algo costosa, tanto en dinero como en tiempo. Por ello es bueno conocer los problemas que podría llegar a encontrar
En principio, todo dependerá de los datos que usted ya posea. No es lo mismo buscar algún punto en particular que empezar todo desde el principio.
Pero además, y muy a menudo, los nuevos datos conseguidos, lo instan a modificar su plan inicial de investigación. Así, a medida que aparezcan nuevos elementos, la investigación podrá tomar un cauce muy diferente al que se pensó en un principio.
Estos elementos impensados, pueden ser:
1. Que su antepasado sea hijo extramatrimonial
2. Alguna conexión familiar con la que usted no contó.
3. La aparición de hermanos, de los que desconocía la existencia.
4. Que su antepasado se haya casado más de una vez.
5. Que su antepasado haya emigrado.
6. Un inesperado estatus de nobleza.
7. La falta de documentos de parentesco, que hacen imposible continuar con la investigación.
Estos son sólo algunos de los muchos puntos por los cuales una investigación puede tomar, eventualmente, un recorrido muy distinto del previsto originalmente. Sin embargo, también habrá otros factores, muy comunes en cualquier investigación genealógica, que podrán obstaculizar el proceso.
Los factores más comunes que pueden complicar la búsqueda
A continuación, le presentamos una lista con los diez problemas más comunes que pueden surgir en una investigación genealógica:
1. Desconocer el lugar de nacimiento.
Este sea tal vez uno de los problemas más grandes en la investigación genealógica. En este caso, se deberá conocer, en primer lugar, la localidad exacta de nacimiento de algún ancestro, para luego investigar su ascendencia.
Claro que éste problema puede volver a ocurrir cualquier momento, si por alguna razón, se pierde la cadena de documentos del árbol genealógico…
2. Cuan buenos sean los datos con los que cuenta.
Es posible que, tanto las fechas como con los apellidos con los que usted cuenta, no sean del todo correctos. Esto puede provocar que deba tomarse un tiempo adicional hasta encontrar la fecha y el apellido correcto o bien escrito.
3. La calidad de los documentos.
Como los expedientes fueron escritos por diversos sacerdotes, existen una gran clase de tipos y modelos. Hay algunos muy claros y completos, y otros ilegibles y pobres en información. La calidad de la tinta y el papel también puede provocar grandes cambios.
Algunas partes de los expedientes eran escritas con tinta muy débil, por lo que el documento permanece apenas reconocible. Otro factor importante, es el lenguaje, puesto que muchas veces se incluían dos idiomas en un documento.
Por supuesto, cuanto más viejo sea el expediente, más complicada será su lectura, y más tiempo se perderá intentando descifrarlo.
4. El tamaño del archivo
Existen archivos que tienen registrados miles de nacimientos, mientras que otras solo poseen unas decenas. Dentro de las más grandes, – y en el caso de que no hayan índices-, la búsqueda podrá durar hasta veinte veces más que en las más chicas. Esta diferencia, se traslada directamente al costo y al tiempo de la investigación.
Muchos archivos no posean índices completos, para todos los años o acontecimientos. Particularmente, los certificados de defunción son más complicados de conseguir, puesto que en la mayoría de los casos, es más complicado hacer algún tipo de conjeturas sobre la fecha en la que alguien pudo haber muerto (puede haber fallecido tanto a los 20 como a los 80 años, por lo que hay un mínimo de 60 años de búsqueda).
5. Desconocer la religión.
Si en el pueblo en el que nació su ancestro se profesaban varias religiones, deberán buscarse en varias instituciones y expedientes hasta alcanzar la correspondiente.
6. Dificultades debido a las emigraciones.
Los antepasados europeos de los latinoamericanos, pudieron emigrar más de una vez. Como es muy difícil saber las razones de tal migración, es muy difícil también conjeturar cualquier lugar donde puedan haberse dirigido.
7. Problemas para hallar parientes vivos.
Si para completar su investigación debe encontrar parientes vivos, deberá tomarse un trabajo adicional para poder encontrar a los potenciales parientes. También, pueden haber fallecido, sin dejar hijos.
8. Traslados.
A veces, en el curso de la investigación genealógica, puede suceder que le resulte imprescindible realizar una visita al cementerio, a las oficinas públicas, o a los parientes vivos. Todo esto tiene un costo.
9. Documentación.
Si usted desea que los resultados de su investigación estén documentados completamente, necesitará pedir transcripciones oficiales o lograr obtener los mismos certificados.
En conclusión
Como hemos visto, son muchos los factores que inciden en el costo y el tiempo de duración de una investigación genealógica. Por lo tanto, es casi imposible hacer
un cálculo previo de cuanto deberemos destinar, tanto en económica como temporalmente, a la investigación genealógica.
Para reducir al mínimo estas variables, sería bueno que usted estipule desde un principio cuanto tiempo y dinero estará dispuesto a invertir, sin fijarse metas estrictas.
Una vez que vaya logrando resultados, podrá decidir si quiere o no continuar con su investigación. Así, el costo final dependerá solamente de usted.
Técnicamente, un árbol familiar puede llegara hasta 10 u 11 generaciones detrás. Sin embargo, cada uno tiene libertad de hacer lo que quiera y pueda, ya que, en la genealogía, no hay reglas estrictas.
Para comenzar, se podría hacer una estimación averiguando el nombre de una persona que haya realizado previamente una investigación, y pueda ofrecerle algunas estimaciones.
Por otra parte, una investigación inconclusa, no es una investigación mal finalizada: siempre habrá tiempo para que usted o algún miembro de su familia la retome…
Una idea para Twitter
¿Cuánto tiempo pasará desde el estreno de “Solo” para que aparezca alguien en Argentina diciendo que “tuvo algo” con Alden Ehrenreich mientras filmaba “Tetro” en Buenos Aires…? ¡Se aceptan apuestas! 😉