El 5 de septiembre de 1236, el Papa Gregorio IX ordena que los obispos de Francia den fin a las atrocidades anti-judías cometidas por los cruzados y restituyan lo que éstos habían pillado
En una carta al arzobispo de Burdeos, el Papa Gregorio IX expresó en esta fecha su indignación por las atrocidades antijudías perpetradas en Francia y dio a varios arzobispos y obispos del sudoeste y oeste de Francia órdenes de obligar a los cruzados a reparar las pérdidas que los judíos habían sufrido a manos de ellos.