Simjat Torá es la última celebración del año calendario judío, y tiene una característica principal: la alegría (“Simjá”, en hebreo)…
¿Qué se hace en las sinagogas? La pregunta parece tener una respuesta obvia: rezar, como en cualquier templo religioso.
¡Error! La sinagoga no es un “templo” en el sentido habitual del término (aunque hoy en día muchos digan -por ejemplo- “ir al templo”), y si bien se reza -y bastante-, la actividad principal que allí se realizar no es la plegaria, sino la lectura y el estudio.
¿La lectura de qué?
Pues de la Torá (los primeros cinco libros de la Biblia hebrea), dividida en tantos capítulos (parashot) como semanas tiene el año. Cada semana se lee y comenta públicamente cada parashá, acompañada de porciones -de alguna manera relacionados- de los otros libros del Tanaj (el conjunto de la Biblia hebrea, Torá incluida). La conclusión de ese ciclo anual de lecturas públicas de la Torá -y el comienzo de un nuevo ciclo- es lo que se festeja en Simjat Torá (que significa literalmente “alegrarse” o “regocijarse en -o con- la Torá”). Las principales celebraciones de Simjat Torá tienen lugar en la sinagoga durante los servicios de la tarde y la mañana, y esta es la única época del año en que los rollos de la Torá se sacan del arca y se leen en la tarde. En cada ocasión, cuando se abre el arca, los fieles dejan sus asientos para bailar y cantar con los rollos de la Torá en una alegre celebración que puede durar varias horas.
¿Cómo se festeja Simjat Torá?
Las festividades de Simjat Torah comienzan con el servicio vespertino. Todos los rollos de la Torá de la sinagoga se retiran del arca y se transportan alrededor del santuario en una serie de siete hakafot (circuitos). Aunque cada hakafa solo necesita completar un circuito alrededor de la sinagoga, el baile y el canto con la Torá a menudo dura mucho más, y puede pasar de la sinagoga a las calles.
Cada hakafá comienza con plegarias melodiosas que imploran a Dios Hoshiah Na (“sálvanos”) y termina con el estribillo, Aneinu B’iom Koreinu (“[Dios] respóndenos el día que te llamemos “).
Las hakafot van acompañados de cantos tradicionales, incluyendo versículos, poemas litúrgicos y canciones sobre la Torá, la bondad de Dios, los anhelos mesiánicos y las oraciones por la restauración de la Casa de David y el Templo en Jerusalén.
Las comunidades también pueden cantar otras canciones populares durante el baile. Los niños a menudo reciben banderines y otras golosinas. El vigor del baile y el grado de alegría festiva varían de acuerdo con la “onda” de cada comunidad.
La mañana siguiente, todos los rollos se quitan de nuevo del arca y la congregación comienza de nuevo los siete hakafot, como en la noche.
Se lee la última parashá de la Torá, V’Zot HaBraja, al final del libro Deuteronomio (33: 1-34: 12), seguida inmediatamente por el primer capítulo (y parte del segundo) del Libro de Génesis (1: 1-2: 3).
Es una costumbre judía que un nuevo comienzo debe seguir inmediatamente a una finalización, por lo tanto, es lógico leer inmediatamente el Génesis 1 después de terminar el Deuteronomio.
Es un honor especial leer la última aliá (llamado a leer públicamente la Torá delante de la congregación) del Libro de Deuteronomio; la persona que recibe esa aliá se llama Jatan Torá (el novio de la Torá) o Kallat Torá (la novia de la Torá).
Asimismo, es un honor especial leer la primer aliá del Libro del Génesis; esa persona se llama Jatan B’reishit (el novio del Génesis) o Kallat B’reishit (la novia del Génesis).
Otra costumbre es llamar a todos los niños a una aliá especial llamada Kol Ha’ar’arim (todos los niños). En muchas congregaciones, un gran talit se extiende sobre las cabezas de todos los niños mientras se pronuncia la bendición sobre la Torá, y para que la congregación bendiga a los niños al recitar (en hebreo) un verso de la bendición de Jacob a Efraín y Manasés (Génesis 48:16): “Que el ángel que me redime de todo mal bendiga a los niños…“