Eso es lo que piensan los inventores de “NozNoz”, un dispositivo de origen israelí que, cuando se inserta en las fosas nasales, reduce el apetito al hacer que el aire inhalado evite los receptores olfatorios de la nariz
La investigación científica ha demostrado que el sentido del olfato está fuertemente relacionado con las funciones metabólicas de nuestro cuerpo, así como con el control de peso y las preferencias alimentarias.
El órgano olfatorio contiene receptores para muchas hormonas relacionadas con el metabolismo, lo que explica cómo es que el aroma de los alimentos nos hace sentir ansias de comer lo que hemos olido o alimentos similares.
NozNoz es un dispositivo de silicona suave insertado dentro de las fosas nasales, una especia de “lentes de contacto para la nariz”, que se pueden usar durante el día y quitarse por la noche.
No contiene medicamentos ni afecta a los receptores olfatorios, pues actúa mecánicamente, haciendo que el aire inhalado se desvíe y no pase por dichos receptores.
Un pequeño ensayo clínico piloto realizado Hospital Hasharon-Rabin Medical Center de Petaj Tikva, Israel, arrojó resultados alentadores.
En el estudio participaron 65 personas durante tres meses. 37 utilizaron NozNoz, mientras que el grupo de control de 28 personas recibió gotas de solución salina.
Ambos grupos perdieron peso, pero los usuarios de NozNoz que tenían 50 años o menos experimentaron una pérdida de peso que fue casi el doble que la del grupo de control: 8,3 kilogramos contra 4,3 kg.
Aún se necesitan más estudios para demostrar completamente la eficiencia del producto, pero sus fabricantes son optimistas al respecto, y están diseñando dispositivos nasales para abordar los problemas relacionados con el tabaquismo, la diabetes y el uso de drogas.
