Investigadores israelíes han ideado un método de biomimetismo para resolver el problema de las aguas residuales utilizando la sabiduría de la naturaleza…
Debido a la baja disponibilidad de agua en el Medio Oriente, Israel se ha convertido en uno de los líderes mundiales en la reutilización del agua, reciclando casi el 90% de todas sus aguas residuales, principalmente con fines agrícolas.
Como parte de esos esfuerzos, recientemente se ha comenzado el desarrollo de un sistema novedoso llamado biomimetica, que busca soluciones sostenibles para las necesidades humanas mediante la emulación de patrones y estrategias probados por la naturaleza.
En el proceso desarrollado por los investigadores israelíes, las propiedades de drenaje del suelo y las capacidades de absorción de las plantas se utilizan para purificar el agua residual de color marrón producida por las industrias ganaderas, dejándola cristalina y lista para su reutilización.
Aparte de carne, la leche y los huevos, las industrias ganaderas también producen desechos que son dañinos para el medio ambiente si no se manejan bien.
La producción y la acumulación de grandes volúmenes de desechos se han incrementado como resultado de la búsqueda de la maximización de beneficios por parte de los agricultores frente a la creciente demanda de sus productos.
Sin embargo, la eliminación de estos desechos sigue siendo un desafío desde el punto de vista de los costos, la seguridad ambiental y la bioseguridad.
Este método de tratamiento de aguas residuales consta de una serie de etapas físicas y biológicas.
Durante los primeros pasos, los residuos sólidos se filtran y se separan para el compostaje, mientras que la parte líquida fluye a través de tres humedales artificiales individuales y, finalmente, sale como agua de riego limpia.
Los humedales artificiales son sistemas que emulan las funciones naturales del suelo, la vegetación y otros organismos y se utilizan normalmente para tratar las aguas residuales, aguas grises o aguas pluviales.
Las raíces de las plantas acidifican el suelo con el dióxido de carbono que eliminan, lo que conduce a la liberación de sodio, que la planta toma del suelo para utilizarlo en sus procesos vitales.
La planta que los investigadores consideraron más adecuada para el proceso de reciclaje de aguas residuales es la Sesuvium portulacastrum, comúnmente conocida como verdolaga de playa, una planta suculenta que crece en áreas costeras en muchas partes del mundo.
Además de limpiar las aguas residuales y “producir” agua apta para el riego, hay también subproductos generados por la planta durante el proceso de purificación que agregan valor al proceso: antioxidantes y emolientes, que tienen aplicaciones cosméticas y farmacéuticas.