Los investigadores dijeron que los peces condujeron hacia sus objetivos a los vehículos especialmente diseñados, a cambio de una recompensa…
Suena a cuento, pero los científicos de la Universidad Ben-Gurion en Beersheba, Israel, dicen que han demostrado la capacidad de los peces para navegar en tierra firme, que les permitió conducir alrededor de una habitación a un “Vehículo Operado por Peces” especialmente diseñado.
Seis peces dorados entrenados para usar el aparato lograron encontrar el camino hacia una recompensaen la pequeña habitación, dijeron los autores de un estudio publicado en la revista Behavioral Brain Research.
Los peces pudieron operar el vehículo, explorar el nuevo entorno y alcanzar el objetivo, independientemente del punto de partida, mientras evitaban los callejones sin salida y corregían las inexactitudes en la ubicación, dijeron los autores del estudio, que se suma a otros en los que diversos animales tienen la tarea de operar vehículos motorizados, y que demostraron que las ratas y los perros también pueden moverse en automóviles especialmente diseñados.
Pero con el experimento de los peces, los investigadores de Beersheba dicen que han demostrado que las habilidades de navegación se pueden transferir de un entorno marino a uno terrestre, a diferencia de estudios similares que rastrearon los comportamientos de los animales en entornos de gravedad cero o baja.
La forma en que se representa el espacio en el cerebro de los peces y las estrategias que utiliza pueden tener tanto éxito en un entorno terrestre como en uno acuático, dijeron los autores. Esto sugiere que hay universalidad en la forma en que se representa el espacio en todos los entornos.
Para realizar el experimento, seis peces dorados se colocaron en un tanque conectado a un aparato con ruedas, que estaba a su vez conectado a una cámara que seguía el movimiento del pez y a un sistema informático diseñado para responder a su movimiento hacia las paredes del tanque moviendo el vehículo en esa dirección
Se diseñaron varios experimentos diferentes, en los que los peces podían moverse hacia un área objetivo y recibir una recompensa de una pequeña cantidad de comida por hacerlo.
Incluso al encender el vehículo en diferentes puntos de la habitación, o al mover el objetivo, los peces igual pudieron encontrar su camino.
Los peces tampoco se dejaron engañar por los señuelos colocados alrededor de la habitación y, con el paso del tiempo, su rendimiento mejoró. Muchos pasaron de necesitar 30 minutos para encontrar el objetivo, a encontrarlo en menos de un minuto.
Así conduce un pez:
https://youtu.be/YbNmL6hSNKw
Referencias:
From fish out of water to new insights on navigation mechanisms in animals, Shachar Givon, Matan Samina, Ohad Ben-Shahar, Ronen Segev, Behavioral Brain Research
Volume 419, 15 February 2022, 113711
https://doi.org/10.1016/j.bbr.