Oficinas, escuelas y hospitales de todo el mundo deberían instalar luces ultravioleta que los desinfecten cuando estén vacíos, dice un equipo de investigación israelí-español-británico
Las luces ultravioletas se deben usar para que las oficinas y las escuelas se desinfecten “por sí mismas”, y el equipo se puede comprar por solo un dólar por trabajador o estudiante, afirmó el equipo de investigación internacional.
El físico cuántico israelí Ido Kaminer evaluó junto con colegas europeos la efectividad de las luces ultravioletas, que se están utilizando como método de desinfección en algunos países, y descubrió que son muy efectivas. El equipo incluía un especialista en óptica, un epidemiólogo, un arquitecto y un virólogo.
En este contexto de pandemia, las luces UV pueden ser desplegadas de una manera rápida, generalizada y económicamente viable, dijeron los investigadores, y pidieron que los gobiernos impulsen en forma masiva su utilización.
Las luces UV son por lo tanto una excelente opción para ayudar a que las economías vuelvan a funcionar mientras se hace que sean seguras las oficinas y las escuelas, y también ayudan a que los hospitales estén más limpios.
Además, el equipo internacional encontró que los rayos UV son mejores que otras opciones -como la desinfección con químicos y los recubrimientos antimicrobianos- en términos de la rapidez con que se puede implementar a gran escala y su costo.
El distanciamiento social, el uso de máscaras y el lavado de manos funcionan bien para frenar la propagación del coronavirus, pero dentro de espacios interiores, como oficinas compartidas, aulas, instalaciones de atención médica y vehículos de transporte público, estos métodos pueden no reducir las tasas de transmisión viral a un nivel suficientemente bajo como para evitar el crecimiento exponencial de la pandemia.
La luz que se utiliza es la UVC, que tiene una longitud de onda más corta que la mayoría de las otras variedades de luz ultravioleta. Fue descubierto en 1878, y se ha utilizado durante años como método de esterilización, aunque con precaución ya que puede ser perjudicial para la piel humana.
La propuesta de los investigadores es esta: cuando se confirma que los edificios públicos, oficinas, autobuses o trenes están vacíos, y los sensores de movimiento verifican que no haya nadie presente, las luces ultravioletas se encienden para esterilizar el ambien. Los baños, por su parte, pueden desinfectarse automáticamente cuando están vacíos.
Las luces UV podrían instalarse en puntos de alto contacto, como botones de ascensores y cajeros automáticos, y no representan riesgo para la piel humana porque nunca se encenderían sobre la gente. También podrían instalarse en unidades de aire acondicionado, para desinfectar el aire y evitar la transmisión por ese medio.
His team calculated costs. The $1-per-worker figure would cover the cost of offices or schools buying lamps that cover the spaces where workers or students spend most of their time, and disinfect the air that they breathe there, Kaminer said. With more investment, other areas could be covered too, he added.
El costo de 1 dólar por trabajador o estudiante cubriría el costo de instalar las lámparas en los espacios en donde pasan la mayor parte del tiempo. Con mayor inversión, podrían también cubrirse otras áreas.
Referencias: Back to Normal: An Old Physics Route to Reduce SARS-CoV-2 Transmission in Indoor Spaces, F. Javier García de Abajo*, Rufino Javier Hernández, Ido Kaminer, Andreas Meyerhans, Joan Rosell-Llompart, and Tilman Sanchez-Elsner
ACS Nano 2020, XXXX, XXX, XXX-XXX
Publication Date:June 18, 2020
https://doi.org/10.1021/