La startup israelí SG Tech ha desarrollado un método para producir energía y agua limpias y compost orgánico rico en nutrientes a partir del estiércol del ganado…
Aunque cada vez más personas dejan de comer carne, no es probable que toda la humanidad se vuelque pronto al vegetarianismo. Mientras tanto, el estiércol de vacas, ovejas, cerdos, cabras y camellos continúa elevando los niveles de contaminación de la tierra y el agua.
Los gases emitidos por el ganado en pie, por su parte, aumentan los niveles de gases que producen el efecto invernadero que contribuye al calentamiento global. Se han hecho algunos esfuerzos para reducir los gases del ganado poniendo en su alimento hierbas que reducen la flatulencia, pero con pobres resultados.
¿Y qué hay del estiércol? Muy a menudo, se arroja a las vías fluviales locales o se apila y se deja que se descomponga.
El estiércol de ganado se ha utilizado tradicionalmente como combustible. Algunas compañías lo han utilizado para producir biogas, pues así se resuelve el problema del olor y la contaminación, y se obtiene energía más fertilizante.
Pero a medida que las cantidades de desechos aumentan a nivel mundial, también lo hace la necesidad de un sistema de tratamiento más eficiente. Y allí es donde entra
Sustainable Green Technologies (SG Tech), una startup israelí que aborda el problema con una actitud innovadora y una nueva y prometedora tecnología, y promete solucionar los inconvenientes de la de producción de biogas.
El principal es que consume mucho tiempo y crea un producto secundario inutilizable, el digestato.
Es el agua que queda después del tratamiento, que contiene altos niveles de compuestos orgánicos y de sal, y que no es segura para el riego.
Verterlo en el sistema de alcantarillado podría sobrecargar las instalaciones de tratamiento de agua hasta el punto del colapso, y purificar es digestato es demasiado caro para ser una alternativa viable.
Rociar el digestato sobre los campos solo los perjudica. Se podría usar como fertilizante porque contiene muchos nutrientes, pero está demasiado concentrado y se filtra en los acuíferos, los contamina y provoca la salinización de los campos.
En SG Tech aseguran que están produciendo biogás y obteniendo un 20% más de la concentración de metano; produciendo así un 20% más de energía. Su tecnología, afirma la compañía, proporciona una solución que produce energía y agua limpias y compost orgánico rico en nutrientes.
SG Tech también afirma que la cantidad de digestato producida por su sistema es minúscula en comparación con la creada por los métodos actuales.
No se puede negar que el biogás también afecta el medio ambiente. Pero mucho menos que los combustibles fósiles:
La cantidad de estiércol que produce el ganado en los Estados Unidos podría generar 108.800 millones de kilovatios-hora de energía, a costa de producir 69,6 millones de toneladas métricas de gases de efecto invernadero.
Pero obtener la misma cantidad de electricidad del carbón produciría 109,3 millones de toneladas métricas de gases de efecto invernadero.
Claramente, el biogás es una fuente de combustible más confiable y eficiente que el carbón, con menos producción de gases.
Siendo realistas, el mundo no puede confiar solo en el estiércol del ganado para cubrir sus necesidades de combustible, pues de aprovecharse al 100% representaría solo el 7% de la energía que se consume en la actualidad.
No es realmente un reemplazo para el carbón o el gas natural o el petróleo, pero si se utiliza el estiércol para producir energía se podría reducir el costo de deshacerse de él mientras que al mismo tiempo se lo convierte en algo más ecológico y sustentable.
Según aseguran en la empresa, esta nueva tecnología es la única capaz de tratar los desechos de establos que albergan hasta 2000 vacas. Los tambos medianos podrían, por ejemplo, cubrir todas sus necesidades de energía con este método, contribuyendo también a disminuir los costos de producción.
El sistema de SG Tech ya ha sido probado en varios tambos de Israel, y hay planes para instalarlo en 10 establos medianos en Israel y en todo el mundo hacia fines de 2020.