Un globo atmosférico israelí se convierte en el primer método escalable y asequible del mundo para la captura de los gases de efecto invernadero…
La población mundial emite alrededor de 50 mil millones de toneladas de gases de efecto invernadero cada año, principalmente a través de la quema de combustibles fósiles como el carbón, el petróleo y el gas natural.
Este es el principal impulsor del calentamiento global y el cambio climático.
Cerca de la mitad de esos gases son absorbidos por la naturaleza cada año, mientras que el resto tiene que ser eliminado por la humanidad solo para mantener el ritmo del cambio climático al nivel actual.
El Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático de las Naciones Unidas dejó en claro que la eliminación de los gases de efecto invernadero es esencial para que el mundo cumpla con los objetivos climáticos del Acuerdo de París y para que los gobiernos y las empresas cumplan con sus promesas de cero emisiones netas.
Pero la existencia de barreras tecnológicas, económicas, institucionales, ecológico-ambientales y socioculturales hacen que el progreso no se está logrando lo suficientemente rápido.
Sobre todo porque no se trata solo de reducir el uso de esos combustibles, que también contaminan el aire, sino también para eliminar el exceso de CO₂ de la atmósfera y almacenarlo, en algún lugar, durante mucho tiempo.
Es aquí donde entra el globo creado por la empresa israelí High Hopes Lab, que captura carbono congelado a 15 km. de la Tierra y que tiene como objetivo atrapar 1000 toneladas métricas por globo por día, por menos de USD $50 por tonelada.
El carbono se congela a alrededor de – 80ºC, temperatura que se encuentra a 15 kilómetros sobre la Tierra.
El globo de la empresa israelí está hecho de un material especial que -llenado con hidrógeno- puede alcanzar esa altura, llevando una carga útil.
A medida que el viento sopla a través de la carga útil, el carbono que contiene se separa y se almacena en una especie de freezer.
Luego, el peso del carbono devuelve el globo a la tierra, y el carbono sólido se transforma en gas de dióxido de carbono a medida que desciende.
Todo el ciclo dura unas dos horas.
Luego, el dióxido de carbono se puede vender a la industria, para procesos que van desde la producción de plástico hasta la creación de bebidas carbonatadas. También se puede enterrar (o secuestrar) a alta presión bajo tierra, en donde eventualmente se convertirá en piedra caliza.
La carga útil más grande probada hasta ahora pesaba sólo unos pocos kilogramos, pues el primer paso fue comprobar si el método funciona.
El siguiente objetivo, que prevén alcanzar dentro del próximo año, será atrapar de 50 a 300 kilogramos de carbono por día, por globo. El segundo será capturar una tonelada métrica de carbono, por globo, por día.
El otro método actualmente existente es el de la empresa Climeworks, cuya instalación en Islandia utiliza ventiladores para capturar el aire ambiental, separa el dióxido de carbono, lo mezcla con agua y lo inyecta bajo tierra, donde eventualmente se convertirá en roca.
Así puede capturar 1000 toneladas métricas cada año, a un costo de alrededor de 1000 euros por tonelada.
En lo que respecta a High Hopes Lab, su objetivo para la primera etapa es un costo de $100 a $250 por tonelada, y de $40 a $50 para el segundo.
Ese costo es por la captura y no por el almacenamiento, aunque existen muchos lugares adecuados para el secuestro de carbono y los globos podrían operar cerca. Pero el objetivo principal es terminar reciclando el carbono para venderlo a la industria.
Así es el globo que captura el dióxido de carbono ambiental:
https://youtu.be/8gA3dkG4Thw