El 23 de marzo de 1900, nace el psicólogo y filósofo humanista Erich Fromm
En esta fecha de 1900, nace en Frankfurt, Alemania el filósofo y psicólogo humanista Erich Fromm.
En su juventud estudió el Talmud. Fromm abandonó el camino ortodoxo a los 26 años, pero eso no impidió que tanto los textos clásicos como las ideas e imaginería judías ocupen un lugar fundamental en sus desarrollos teóricos, psicológicos y políticos.
El apego de Fromm al judaísmo como fuente de inspiración humanista anticipó la creatividad interpretativa judía que surgió en las décadas posteriores a su muerte en 1980.
Quizás no sea mera casualidad que su apellido, Fromm, signifique “piadoso” en alemán y en idish (“Frume” o “frime” es una manera habitual de referirse a ortodoxos y ultraortodoxos).
En 1920, el joven Fromm ayudó a Martin Buber y Franz Rosenzweig a crear la “Libre Casa Judía de Aprendizaje”.
Y en 1927, ayudó a fundar el Instituto Psicoanalítico de Frankfurt, del que se convirtió en director de psicología social y en el que trabajó para integrar marxismo y psicoanálisis.
Después de que los nazis llegaran al poder en 1933, Fromm huyó de Alemania y emigró a los Estados Unidos.
Como crítico de la teoría freudiana que era, Freud se ganó la enemistad de muchos de sus colegas psicoanalistas. Y, como pensador que apreciaba las metáforas religiosas, la de muchos marxistas.
Durante las décadas de 1950 y 1960, mientras se desempeñaba como director del Instituto Mexicano de Psicoanálisis, Fromm se convirtió en el psicólogo más leído
del mundo.
Entre sus muchos libros se encuentran “El miedo a la libertad” (1941), El arte de amar (1956) y Anatomía de la destructividad humana (1973), que revelan una profunda preocupación y al mismo tiempo confianza en la transformación humana.
Fromm se unió al Partido Socialista de los Estados Unidos durante la época de McCarthy, y fue cofundador de la organización contra la guerra nuclear, SANE.
“El peligro en el pasado era que los hombres se convirtieran en esclavos. El peligro del futuro es que los hombres se conviertan en robots“.
– Erich Fromm