El estudio se realizó en ratones, pero ya comenzaron los estudios para intentar lograr lo mismo en seres humanos…
Investigadores israelíes lograron hacer desaparecer glioblastomas -los tumores cerebrales más letales- , en ratones al identificar y destruir su “fuente de energía”.
Los científicos de la Universidad de Tel Aviv ahora están trabajando para identificar medicamentos que repliquen ese efecto en los humanos.
Esperan encontrar algún medicamento ya existente que pueda funcionar para ese fin, lo que podría suceder dentro de dos años si las cosas van bien.
El método consiste básicamente en “matar de hambre” a los glioblastomas eliminando su fuente de energía. Normalmente, los médicos intentan atacar a los tumores directamente, por ejemplo con quimioterapia.
Los investigadores israelíes, en cambio, decidieron investigar si había algo que se pudiera cambiar en el entorno del tumor y que lo dañe.
El camino eligieron es el de los astrocitos, células cerebrales que se llaman así porque parecen estrellas, y que pasan a un estado inusualmente activo cuando se encuentran cerca de un glioblastoma..
Los investigadores querían saber qué función cumplían los astrocitos en relación con el tumor.
Usando modificación genética, pudieron “producir” ratones con glioblastoma y luego eliminar todos los astrocitos de alrededor del tumor. Cuando hicieron eso, los tumores desaparecieron y no volvieron mientras los astrocitos siguieron suprimidos.
Cuando dejaron de hacerlo, alrededor de 85 por ciento de los ratones permanecieron en remisión. En el grupo de control, en cambio, todos los ratones murieron.
La investigación concluyó que los astrocitos ayudan a los tumores de dos formas principales. En primer lugar, “hackean” a las células inmunes que normalmente protegen el cuerpo, e impiden que ataquen al tumo. Para ello, secretan proteínas que ayudan a “camuflar” al tumor cambiando su comportamiento.
En segundo lugar, los astrocitos convierten el colesterol del cuerpo en una fuente de energía para los tumores. Ya se sabía que los tumores cerebrales reciben energía que se origina a partir del colesterol, pero se desconocían los detalles de cómo y dónde sucede esto.
Los investigadores descubrieron que los astrocitos suministran la energía necesaria para el crecimiento del tumor mediante la secreción de colesterol que envían a las células tumorales para que lo utilicen como fuente de energía.
Dijo que los esfuerzos de su laboratorio ahora se centran en tratar de transformar el avance en un tratamiento para humanos. “Somos optimistas”, dijo. “ La siguiente etapa, es encontrar un medicamento ya existente que apunte a esta señalización inmunometabólica de los astrocitos. Si se lo encuentra, el proceso podría tomar alrededor de dos años, pero si se necesitara desarrollar un medicamento nuevo, todo tomaría más tiempo.
Referencias
Astrocyte immunometabolic regulation of the tumour microenvironment drives glioblastoma pathogenicity, Rita Perelroizen, Bar Philosof, Noga Budick-Harmelin, Tom Chernobylsky, Ariel Ron, Rotem Katzir, Dor Shimon, Adi Tessler, Orit Adir, Anat Gaoni-Yogev
Brain, Volume 145, Issue 9, September 2022, Pages 3288–3307
https://doi.org/10.1093/brain/