Esta dieta invita a bajar de peso “día por día” y sin culpabilizarte por las transgresiones. ¿Qué más se puede pedir…?
A pesar de su nombre. ‘La dieta de Jerusalén’ no tiene demasiado que ver con Jerusalén, aparte del hecho de que su creador, Ted Haggard, estaba allí cuando se “inspiró” para crear los conceptos que son la base de esta dieta.
Haggard viajó a Jerusalén en 1998 y se dio cuenta de que en el viaje había ganado demasiado peso.
Decidió comer solo frutas, verduras, nueces y semillas por un día, y descubrió que la ropa le quedaba mejor y que la sensación de bienestar había aumentado.
A partir de esta experiencia, ideó una estrategia de pérdida de peso a largo plazo basada en el control de la pérdida de grasa con pesajes habituales y días reglados de comidas ligeras.
Los fundamentos de la dieta de Jerusalén
Quienes siguen la dieta deben pesarse cada mañana y establecer un objetivo semanal de pérdida de peso de medio kilo.
En los días que el peso está por encima del objetivo para esa semana, los únicos alimentos permitidos son frutas, verduras, frutos secos y semillas, y el agua es la única bebida que se consume. En esos días también debe hacerse ejercicio durante una hora.
En los días en que el peso de la báscula está por debajo del objetivo, se puede comer libremente, dentro de los lineamientos generales de una dieta saludable.
Ningún alimento está restringido y no hay límites en el tamaño de la porción. Este plan proporciona así un incentivo para evitar comer en exceso en los días “libres”, para evitar los límites rígidos de los días en que la dieta está restringida.
Aunque no es un aspecto esencial de su plan, Haggard menciona que un ayuno de 1 a 3 días cada pocos meses puede tener beneficios tanto físicos como espirituales.
Las personas que hacen dieta también son alentadas a practicar la autoaceptación y lidiar con los fracasos de una manera saludable, mediante imágenes y técnicas de visualización guiada que están diseñadas para usarse durante las etapas de pérdida de peso y mantenimiento de la dieta.
Alimentos recomendados
La dieta de Jerusalén pone mucho énfasis en comer frutas, verduras y frutos secos. Se prefieren los alimentos orgánicos aunque no se consideran esenciales.
Plan básico
Desayuno: Huevos, frutas y yogurt.
Colación matutina:Frutos secos mixtos
Almuerzo: Sándwich De Pollo y ensalada
Colación de la tarde :Zanahorias crudas y frutos secos
Cena:Frutas, hortalizas, frutos secos y semillas.
En los días en que el peso supera el objetivo para esa semana, se recomienda una hora de ejercicio. Haggard aconseja ejercitarse de acuerdo con las capacidades de cada uno y no presionarse demasiado.
Una vez que alcances tu peso ideal, podrás incorporar tus alimentos favoritos a la dieta. Pero debes tener en cuenta que deberás pesarte nuevamente al día siguiente, por lo que demasiada pizza y dulces te obligará a compensarlo al día siguiente.