¿Sabes cuáles son las enfermedades hereditarias más frecuentes entre los judíos sefaradíes?
La comunidad judía sefardí:
El pueblo judío se originó en el Medio Oriente y parte de la población ha vivido en esa región durante toda su dilatada historia. Ese segmento, conocido como “judería orienta” o del Medio Oriente, residía en las áreas del Israel contemporáneo, así como en Irán, Irak, Asia Central y la Península Arábiga, incluidos Irán, Yemen, India, Kurdistán, Afganistán y Bujara.
Durante la expansión hacia el oeste de los imperios grecorromanos y luego la de la civilización islámica hacia España, los judíos orientales comenzaron a migrar hacia el oeste. Las comunidades establecidas en España y Portugal formaron la base de lo que hoy se conoce como “judería sefardí”.
Tras la expulsión de España en el siglo XV, los judíos sefardíes se trasladaron al norte de África, y luego también a la cuenca oriental del Mediterráneo (Italia, Turquía, los Balcanes, Líbano y Siria). Los judíos sefardíes también emigraron a diversas partes de Europa occidental y América.
Aunque la judería sefardí es histórica y genéticamente bastante distinta de la judería oriental, el término “sefardí” se usa ahora comúnmente para incluir a la población judía o a cualquier judío que no sea de ascendencia asquenazí.
La diversidad de trastornos genéticos que afectan a los judíos sefardíes:
Los expertos en estudios sefardíes y genética de poblaciones judías cuestionan la existencia de un grupo coherente de “trastornos sefardíes”, semejante a lo de los “trastornos ashkenazíes”.
Sugieren, en cambio, que la mayoría de los trastornos genéticos de los que sufren son específicos de la comunidad de orige, y no afectan a los judíos sefardíes como un grupo unificado: por ejemplo, los trastornos que afectan a los judíos marroquíes difieren de los que afectan a los judíos tunecinos, etc.
Esa diversidad refleja en gran medida la naturaleza diversa y disgregada de las comunidades judías sefardíes.
Al igual que los judíos asquenazíes, desarrollaron conjuntos únicos de trastornos genéticos porque estaban aislados reproductivamente de las poblaciones que los rodeaban. Pero, al contrario de los ashkenazíes, las comunidades sefardíes estaban en gran parte aisladas geográficamente y reproductivamente unas de otras.
Dos trastornos que son comunes a muchas (pero no a todas) las poblaciones sefardíes, así como a la población asquenazí, son la enfermedad de Tay-Sachs y la fibrosis quística.
Algunos especialistas citan también cuatro trastornos recesivos presentes en varias comunidades no asquenazíes de la cuenca del Mediterráneo y el norte de África: beta-talasemia, deficiencia de glucosa-6-fosfato, fiebre mediterránea familiar y enfermedad por almacenamiento de glucógeno (tipo III).
Es importante señalar que los trastornos relevantes para los judíos sefardíes también se encuentran entre muchas otras poblaciones del norte de África y el Mediterráneo y están lejos de ser exclusivamente “judíos”.
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