La digitalización de olores ya es una realidad: ¿se vienen los “smellphones”?
Un equipo del Instituto Weizmann de Israel ha creado un “mapa olfatorio” molecular que se puede utilizar para recrear casi cualquier olor existente, y así potencialmente compartir lo que se está oliendo a través del celular.
Los científicos israelíes dicen que ese avance podría allanar el camino para televisores con aromas, fotografías digitales perfumadas que huelen a lo que muestran y una para “imprimir” cualquier olor.
Los investigadores dicen que esto proporciona el marco teórico para registrar las cualidades de los olores como un conjunto de números que se pueden usar para recrearlos por medio de un dispositivo electrónico que podría integrarse en teléfonos celulares, computadoras y otros dispositivos.
Creen que un rango de solo 200 moléculas es suficiente para recrear casi cualquier olor en la tierra.
Los autores de la investigación, publicada en la revista revisada por pares “Nature” dicen que estamos a solo unos años del tel-e-olor, teléfonos que registran y recrean con precisión los olores.
También se abre el camino para innumerables aplicaciones con la capacidad para “digitalizar” los olores, es decir, capturarlos y reproducirlos digitalmente, incluyendo lo que llaman “pistas olfativas” para películas de cine o TV y para fotos que llevan el olor del momento en el que fueron tomadas.
El equipo del Weizmann envió a casi 200 voluntarios a oler y describir los olores en los términos necesarios para construir el “mapa” de los olores.
Luego identificaron las características físicas y químicas de los olores que son importantes para la percepción humana.
Una vez disponible un dispositivo que detecte las propiedades identificadas, se puede digitalizar la información utilizando códigos y algoritmos ya establecidos.
Una vez hecho esto, se pueden reproducir y transmitir en una variedad de dispositivos del mismo modo que las imágenes y el sonido.
Será un poco como la forma en que el rojo, el verde y el azul se mezclan para crear cualquier color: se tratará de 200 moléculas diferentes que se pueden mezclar para generar prácticamente cualquier olor perceptible.
Las moléculas que se necesitan ya existen y están fácilmente disponibles.
Luego, lo que se necesita es un dispositivo semejante a un micrófono, y otro que sería como el altavoz.
El equipo del instituto Weizmann ya tiene versiones muy rudimentarias, y el paso que acaba de completar será el código que se usará para conectarlos.