O pollo oriental con espinacas, para simplificarte la vida…
La molokheya o mulujía es el nombre egipcio de una hierba silvestre que crece en todo Oriente Medio y Africa, y que tenía la fama de tener un efecto afrodisíaco sobre las mujeres.
En otros países recibe otros nombres (en español tiene, entre otros, el llamativo nombre de “malva judía”), y se puede reemplazar por espinacas.
En Israel se la llama “malujia” (מלוחיה).
Ingredientes
1 pollo grande
1 paquete de molokheya o espinacas
2 dientes de ajo machacados.
1 ½ cucharada de semillas de cilantro molidas
3 cucharadas de margarina o mantequilla
Sal al gusto (o un cubito de pollo)
Preparación del pollo con molokheya
Lave el pollo y luego cocínelo entero hasta que esté tierna su carne y se desprenda fácilmente de los huesos.
Escúrralo, cortelo en 4 trozos y reserve el caldo. En una sartén con 2 cucharadas de la margarina o mantequilla fría los trozos de pollo hasta que estén doraditos.
En un caldero caliente el caldo hasta que hierva, a fuego medio, añada 1 cucharadita de semillas de cilantro (coriandro) y ½ cucharada de ajo, baje el fuego y añada la molokheya o la espinaca dejando que hierva todo una vez, sin tapar.
Mientras la mulujía está hirviendo, en una sartén caliente 1 cucharada de margarina o mantequilla, añada 1 cucharadita de cilantro, 1 cucharada de ajo y sofría hasta que estén dorados.
Inmediatamente vierta este sofrito en el caldero de la molokheya. No remueva solo hasta justo antes de servir. Sirva en un plato junto con el pollo y con arroz como guarnición.