El Catan es el juego de mesa preferido en todo el mundo en cuarentena. Y tiene una versión bíblica, el Canaan: aquí te lo presentamos, para que comiences a jugar ahora
“Los colonos (o descubridores) de Catán” es un juego de mesa de origen alemán inventado por Klaus Teuber. Existe desde 1995, pero se transformó en éxito mundial en estos tiempos de cuarentena con el nombre abreviado de “Catan” (ninguna relación con la palabra hebrea “Katán”).
Mezcla de Monopoly y TEG pero más “cool” y millennial, el objetivo es construir pueblos, ciudades y caminos sobre un tablero que es distinto cada vez, mientras se van acumulando varios tipos de cartas.
De mecánica simple y dinámica compleja, tiene muchas características que lo hacen muy apto para jugar en familia o entre amig@s sin fomentar la competencia desmedida y dejando a todos contentos.
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Los colonos (o descubridores) de Canaan
Además del juego original, existen distintas variantes, y una de ellas es de temática bíblica: “Los colonos (o descubridores) de Canaan”. Es un juego “oficial”, y no una copia no autorizada y con tema cambiado (aunque concebida en los Estados Unidos).
Cada jugador representa a una tribu de Israel que busca establecerse en la tierra de Canaán. El juego se desarrolla entre la época de Josué y la coronación del Rey David. En el Tanaj (Biblia hebrea) entre el Libros de Jueces y Samuel I y II.
El juego progresa de manera muy similar al Catan: a medida que los jugadores expanden sus poblaciones, intercambian recursos y toman decisiones estratégicas para superar a sus oponentes.
Diferencias del Canaan con el Catan
La diferencia más notable es que el tablero dejuego es fijo: tanto las fichas hexagonales como los discos numéricos están impresos directamente en el tablero.
Además, una ficha llamada “hexágono de cobre” permite a los jugadores vecinos seleccionar qué recursos producir.
Los puertos comerciales se encuentran dispersos a lo largo de la costa occidental, que limita con el Gran Mar (el Mediterráneo), así como alrededor de la costa del Mar de Galilea.
En el Canaán, “el ladrón” es llamado “la plaga”. Mover al ladrón se conoce como “limpiar la plaga” y tiene el mismo efecto que en el Catan.
El objetivo del juego es acumular 12 puntos, que se obtienen al levantar poblados y ciudades, al construir el camino más largo, al acumular la mayor cantidad de sacerdotes del Templo (equivalente a los caballeros / soldados en el Catan) y al obtener la “Bendición del Rey”.
El juego termina cuando un jugador alcanza los 12 puntos de victoria o cuando se completa el “Muro de Jerusalén”, lo que ocurra primero.
En el último escenario, el jugador con más puntos gana el juego. Si dos o más jugadores empatan, el ganador es el jugador que ha contribuido con más piedras al Muro de Jerusalén. Si existe un empate en este desempate, el juego continúa hasta que surja un claro ganador).
La bendición del rey
El jugador que ha contribuido con la mayor cantidad de piedras al Muro de Jerusalén gana la Bendición del Rey, que vale 2 puntos y le da a ese jugador el privilegio de intercambiar un recurso de su elección en una proporción de 2 a 1 (este beneficio comercial es el mismo que el del Comerciante en Ciudades y Caballeros de Catan.)
Si otro jugador luego empata la cantidad de piedras en el Muro de Jerusalén, la Bendición del Rey se retira del juego hasta que alguien logre una mayoría.
Cada vez que aparece un 7 durante el juego, se agrega una piedra negra al Muro de Jerusalén. Esas piedras no influyen sobre la Bendición del Rey, pero pueden ayudar a terminar al juego antes de que alguien alcance los 12 puntos necesarios para ganar.