Las novelas turcas conquistaron el mundo. Y gran parte de ese éxito tiene nombre propio…
Con ventas a más de 100 países por valor de $350 millones de dólares, Turquía se ha convertido en el segundo exportador mundial de televisión.
Pero la importancia de sus producciones televisivas no termina ahí: el turismo proveniente de los países en donde se ven aumentó exponencialmente (70% el proveniente de América Latina, por ejemplo). Por no hablar de su contribución al “soft power” turco.
Formalmente, en 2006 es cuando comienza el éxito global de las “dizi” (ni novelas, ni culebrones, ni “soap opera”: así es como prefieren en Turquía que se llame al género de obras que producen). Pero el “aleteo de la mariposa” que llevó hasta allí comenzó siglos antes, y a muchos kilómetros de Turquía. Fue probablemente en Pinto, una localidad situada 20 km al sur de Madrid que le habría dado su nombre a una ilustre familia sefaradí que luego se trasladó a Medina de Rioseco (quizás huyendo de los pogroms que en 1391 se derramaron desde Toledo hacia la región madrileña).
Expulsados los judíos de España, huyeron hacia Portugal. Expulsados nuevamente al poco tiempo, la familia Pinto se dispersó por Marruecos, Holanda, el imperio otomano y otras tierras.
En Turquía, los Pinto son hasta el día de hoy una de las familias más prominentes de la comunidad judía.
A uno de sus miembros, sus padres le dieron en 1978 el premonitorio nombre de Izzet, que en turco significa “gloria” o “poderío”. Nacido en Estambul, Izzet Pinto trabajó en Tailandia en comercio internacional durante varios años. Al regresar a Turquía, una lectura casual lo llevó a convertirse en un agente literario. Entre 2004 y 2006, representó a los autores más vendidos de Turquía y vendió sus novelas a docenas de países.
Gracias a esa experiencia, en 2006 le ofrecieron representar el primer formato de TV local de Turquía, “Perfect Bride”. Para eso creó Global Agency, que tenía cuando se fundó apenas un proyecto en cartera y un equipo de dos personas.
Pero la historia comenzó realmente a escribirse cuando le ofrecieron representar a “Binbir Gece” (“Las mil y una noches”, o sea la historia de Onur y Sherazade).
Pinto envió el DVD a una televisora búlgara, los ratings explotaron, y el resto es historia conocida: Global Agency se volvió una de las grandes responsables de transformar a Turquía en un superpotencia de la TV internacional, y al mismo tiempo se transformaba en la principal distribuidora independiente del mundo, con más de 150 programas de varios países en su cartera. Nada mal para una historia que comenzó con la expulsión de los judíos de España en 1492…