La famosa historia del juicio del rey Salomón, en forma de romance cantado en ladino
Cuando el rey Salomón
en Yeruschalayim enreinó,
viniéranle dos mujeres
a contarle una traición.
– ¡Justicia, siñor, justicia!
contar os quiero una causa.
Éramos yo y esta dueña
juntas en una casa;
juntas comíamos de un pane,
juntas bebíamos de una agua,
juntas parimos dos niños,
los dos en una cama.
Esta dueña con descudo
a su hijo matara;
tomara al mío vivo
y al suyo muerto me dara.
El rey, con su sutileza
este juicio mandara:
– Partir al vivo y al muerto
y llevay medio cada una.
La que es la madre del muerto
con la justicia otorgaba,
pero la madre del vivo
llorába y no se callaba.
– Llevalde, siñor, llevalde,
que yo no quiero nada;
cuando el niño sea grande
por la su madre buscara.
Entonces conoció el rey
a la madre verdadera.
Fuente:
Romancero sefaradí: Romanzas y Cantes Populares en Judeo-español, editado por Mosché Attías, Kiriat Sefer, 1956 Anterior: Jajamim van aírando
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