El 3 de febrero de 1928, Dolly Stark se transforma en el primer umpire judío de las Ligas Mayores de Baseball de los Estados Unidos
En esta fecha de 1928, Dolly (Albert) Stark se convirtió en el primer árbitro judío en las Grandes Ligas de Béisbol de los Estados Unidos.
Stark nació en la pobreza y perdió a su padre a una edad temprana; su madre se quedó ciega y él terminó en un orfanato.
Aunque jugó al béisbol en forma semi-profesional, es como umpire que dejó su huella como árbitro. Es conocido, entre otras cosas, por haber sido el primero en moverse por el campo para posicionarse mejor para sus fallos.
Corría junto con los jugadores, y ajustaba su posición detrás del plato para dar indicaciones más precisas a los lanzadores. Stark seguía un régimen de entrenamientos para poder moverse rápidamente alrededor del diamante.
Stark era popular entre los jugadores pero no lo pasaba bien, y dimitió más de una vez por lo que llamaba los “tormentos del arbitraje”.
En 1936, renunció por cuestiones de dinero y se convirtió en comentarista deportivo radial, aunque luego regresó al arbitraje por cuatro años más.
La vida de Stark fuera del béisbol fue una tragedia detrás de otra. Aunque tuvo éxito como diseñador de ropa de mujer y tenía una línea conocida como “Dolly Stark Dress”, gastaba grandes sumas de dinero para mantener a su madre, ciega desde 1920, que necesitaba constante atención médica.
Su hermana siempre tuvo mala salud y finalmente se suicidó, y su matrimonio con Betsy Lee en diciembre de 1952 terminó en divorcio cuatro años después.
En sus sus últimos años de vida cayó casi en la miseria, porque en ese momento no había pensiones en el béisbol, y su cheque de la Seguridad Social era insuficiente.