El 6 de marzo de 1239, el rey Jaime I de Aragón promulga el Edicto de Valencia, que confirma los derechos de los judíos del reino
Con el Edicto de Valencia, el rey español Jaime I validó los privilegios de los judíos de Aragón.
Los tribunales judíos (Bet din) estaban autorizados a juzgar todos los casos excepto los delitos capitales.