El 19 de octubre de 1988, Leon M. Lederman, Melvin Schwartz y Jack Steinberger ganan el premio Nobel de Física por sus trabajos con “la más íntima estructura y dinámica de la materia”
Leon M. Lederman, Melvin Schwartz y Jack Steinberger ganan en esta fecha el Premio Nobel de Física de 1988, por sus investigaciones en la Universidad de Columbia durante la década de 1960 sobre lo que el Comité Nobel llamó “la estructura más interna y dinámica de la materia”.
Lederman fue director emérito del Laboratorio Nacional de Aceleradores Fermi en Illinois hasta su muerte en 2018; Schwartz, quien murió en 2006, fue director asociado del Brookhaven National Lab; y Steinberger, refugiado de la Alemania nazi durante su niñez, ahora es director de departamento en el CERN, la Organización Europea para la Investigación Nuclear, en Suiza.
Su logro fue “transformar el fantasmal neutrino … en una herramienta activa de investigación” mediante la emisión de haces de neutrinos suficientemente concentrados como para “revelar las partes más íntimas de un protón, de una manera no muy diferente a como los rayos X revelan el esqueleto de una persona”.
Su técnica de haces de neutrinos se ha convertido en un elemento fundamental en la investigación de las partículas subatómicas.
“Nuestro sol es una fuente de neutrinos … Cada centímetro cuadrado de la Tierra es bombardeado por miles de millones de neutrinos solares cada segundo que pasan a través de la Tierra sin dejar un rastros notables. Los neutrinos son – si puedo decirlo – ‘perezosos’, no hacen casi nada más que robar energía, que se llevan consigo. El gran logro de los ganadores del premio Nobel fue poner esos neutrinos ‘perezosos’ a trabajar”
– Profesor Gösta Ekspong, Real Academia Sueca de Ciencias