En la película “The Last”, recién estrenada en Estados Unidos, una bomba explota en el seno de una típica familia judía de New York…
Claire, interpretada por Rebecca Schull, tiene todo el aspecto de una típica matriarca de una típica familia judía neoyorquina… hasta que decide revelar su verdadera identidad a su progenie antes de morir.
En la película (totalmente ficticia) dirigida por el cineasta independiente Jeff Lipsky, Claire padece un cáncer cerebral terminal, y decide contarle la verdad a sus nietos y bisnietos: es una mujer alemana, no judía, que se hizo por judía durante la Segunda Guerra Mundial.
Por si eso fuera poco, también era una orgullosa miembro del partido nazi que trabajaba como enfermera y asistía a los médicos nazis en Auschwitz.
Ya es de por si difícil procesar cualquier confesión en el lecho de muerte, pero esta será una bomba total, sin duda la peor pesadilla de cualquier familia judía.
La revelación tiene lugar temprano al principio de la película cerebral, y todo el resto se relaciona con las consecuencias emocionales y las diferentes reacciones de cada miembro de la familia.
Melody, la nieta de Claire, está furiosa con su madre (ya fallecida), que conocía la verdadera identidad de Claire y nunca la reveló.
El esposo de Melody, Harry, un novelista gráfico, planea publicar un libro inspirado en la historia de Claire y sacar provecho de sus pecados.
Josh, el nieto y judío observante, sufre una crisis existencial cuando se da cuenta de que en realidad no es judío porque su madre no era judía.
Inmediatamente hace planes para convertirse, y sugiere sin convicción que la familia entregue a Claire para que enfrente a la justicia.
Sólo su mujer, Olivia, que ha abrazado con alegría el judaísmo de su esposo, parece dispuesta a tratar de entender a Claire. Es ella quien insiste en acompañar a Claire a Oregon, donde recurrirá al suicidio asistido.
Respecto al final de la película… ¡mejor no decimos nada!