Representada sin incidentes en toda Europa desde 1907, los problemas comenzaron cuando Got fun nekome se estrenó en inglés en Broadway en 1923…
“Dios de venganza” es la historia de Yankl y Soreh, una pareja de judíos ortodoxos que regentea el burdel de la planta baja de su vivienda, y de su querida y “pura” hija Rivkele.
Rivkele, en cuyo nombre Yankl financia una Torá -que él imagina podría servir algún día como dote- traba relación con Manke, una de las prostitutas. Las dos mujeres se enamoran, y es ese amor el que hace sensación entre el público de principios del siglo XX.
Sholem Asch tenía veintiséis años y ya era una estrella emergente de la nueva ola de la literatura idish cuando escribió Got fun nekome (“Dios de venganza”, en idish) en el verano de 1906.
Su contenido, que mezclaba sexo, prostitución, lesbianismo y la profanación de un rollo de la Torá, es lo que hizo que llegara con rapidez a los titulares.
Pero Got fun nekome también tiene que ver con la hipocresía social y religiosa, la relación del hombre con Dios y los sueños de los padres para sus hijos.
Además de algunos caracteres universalmente familiares: una adolescente rebelde, un padre dominante y una madre práctica e ingeniosa.
Got fun nekome fue la primera obra en idish traducida y representada en toda Europa.
El entusiasmo por la obra de Asch de dos titanes del teatro aleman como Reinhardt y Schildkraut aseguró su sensacional presentación en Berlín en el famoso Deutsches Theater en 1907. Desde Berlín, Asch fue directamente a San Petersburgo para el estreno en idioma ruso.
Luego de representarse por toda Europa sin mayores problemas. la llegada de Got fun nekome a Broadway debería haber sido el momento cúlmine en la carrera de Asch. Pero, en lugar de ello, se convirtió en una pesadilla.
El productor (y destacado abogado por los derechos civiles) Harry Weinberger y el elenco fueron arrestados y acusados de “hacer publicidad, dar, presentar y participar ilegalmente en un drama o obra obscena, indecente, inmoral e impura”.
Luego de dos años, Weinberger finalmente ganó la batalla legal, a la que tuvo que enfrentarse solo, luego de que los organismos de derechos humanos de la época (como la ACLU) le dieran la espalda.
Pero esa no fue la única que Got fun nekome mantuvo a los censores ocupados, a menudo con resultados absurdos. En el mismo año 1923, la famosa “Vilna Troupe” llegó a Londres, comenzando un juego del gato y el ratón con las autoridades.
El Sunday Express envió a un reportero al Pavilion Theatre de Whitechapel, que escribió una indignada nota en la que decía que “nada como esto se ha visto nunca en Inglaterra“. El Lord Chamberlain, por su parte, se desentendió del tema: “¿Qué más podemos hacer? Aquí nadie entiende idish”.
En los últimos años, Got fun nekome se convirtió, junto con Der dibuk de An-sky, en una de las obras del teatro idish revisitadas con mayor frecuencia (y sin censura ni juicios de por medio).
“Dios de Misericordia”, una parodia de “Dios de Venganza”
Los escritores judíos de Varsovia eran un grupo rebosante de celos y rivalidades, y reaccionaron al sensacional éxito de Asch con cualquier cosa menos entusiasmo.
Dovid Frishman, un renombrado escritor hebreo e idish, decidió que era hora de divertirse a costa del joven Asch, y escribió una parodia llamada “Dios de Misericordia”.
En la sátira de Frishman, Yankl y Soreh son los padres de un hijo soñador y obsesionado con la Torá llamado Ruvendl.
Desesperados por su falta de interés en las mujeres, contratan a una atractiva “niñera” para seducirlo, pero esto solo aterroriza aún más a Ruvendl, que se escapa para unirse a sus amigos en la ieshivá.
En lugar de la escena lésbica de Asch, Frishman nos brinda una versión homoerótica masculina.
¡Todo esto a principios del siglo XX, y en idish!