Marra B. Gad, Andrea Levy y Yelena Khanga
Kyra Davis
De alguna manera, Kyra Davis es la contraparte femenina de Walter Mosley.
Kyra Davis creció en Santa Clara, California, hija de una madre soltera judía, que utilizó su propia experiencia como una mujer judía afrodescendiente para crear a su heroína, Sophie Katz, una escritora de novelas de misterio y detective aficionada.
Comenzó a escribir mientras se estaba divorciando, y al respecto declaró que: “mi vida se estaba desmoronando y quería perderme en un mundo ficticio“.
Hasta ahora se publicaron siete misterios de Sophie Katz, y cada uno es más entretenido y atrayente que el anterior, pero lamentablemente no están traducidos al españil. En cambio, sí lo está su superventas trilogía erótica “Solo una noche” (Editorial Debolsillo).
Marra B. Gad Marra Gad es una productura cinematográfica que nació en la ciudad de Nueva York en abril de 1970 de madre judía blanca y padre afroemaricano no judío, y fue adoptada por una familia judía blanca de Chicago tres días después de su nacimiento.
Sus memorias, The Color of Love: A Story of a Mixed-Race Jewish Girl (no hay versión en español) están en gran medida centradas en su infancia en Chicago, escribe sobre el racismo que encontró tanto en su comunidad como en su familia extendida.. “Los niños judíos no querían explicar mi piel morena. Y los niños negros no podían entender o abrazar mi judaísmo”, dice en ellas Marra Gad.
“A menudo, la gente quiere que les dé respuestas que no puedo darles y que les diga que las cosas son mejores ahora de lo que eran en los años 70, 80, 90.
Con frecuencia, abuelos orgullosos me muestran fotografías de sus hermosos nietos bi y multirraciales y quieren que les prometa que sus nietos no experimentarán las mismas cosas que yo”, dijo Gad en una entrevista.
“Rezo para que algún día pueda hacer exactamente eso. Pero lamentablemente, todavía no puedo“.
Andrea Levy
El abuelo de Levy -nacida en Londres, de padres jamaiquinos- fue un judío ortodoxo que se convirtió al cristianismo después de la Primera Guerra Mundial.
Sin embargo, Levy reclama su herencia judía. Como dijo en una entrevista en 2006, “No conozco ese lado de mi familia y ahora estoy tratando desesperadamente de rastrear más allá de mi abuelo, dentro de esa línea judía, pero hasta ahora no he tenido mucha suerte“.
Me encanta tener estos maravillosos niveles de identidad, creo que provienen de Jamaica, que tiene tanta gente diferente, provenientes de diferentes lugares. Creo que todas las personas que han vivido en Jamaica deambulan por en alguna parte de mis genes”.
Para conocer a Andrea Levy, te sugerimos comenzar por “Pequeña isla” (Anagrama), que cuenta la historia de cuatro inmigrantes jamaiquinos en la Inglaterra de 1948.
Y continuar “La larga canción” (El Aleph Editores), por la que fue nominada al Man Booker Prize en 2010.
¡Atención!: No confundirla con su homónima, la política española Andrea Levy.
Yelena Khanga
El título de las memorias de Yelena Khanga son testimonio suficiente de su extraordinaria historia familiar: Soul to Soul: A Black Russian Jewish Woman’s Search for Her Roots
Su bisabuelo, Hilliard Golden, nació esclavo. Su abuelo, Oliver Golden, estudió agronomía en el Instituto Tuskegee y sirvió en el ejército de los Estados Unidos durante la Primera Guerra Mundial.
Después de regresar a casa, no pudo encontrar empleo y terminó uniéndose al Partido Comunista. Detenido durante una manifestación sindical, conoció a otra manifestante Bertha Bialek, una mujer judía nacida en Varsovia.
Oliver y Bertha pronto se casaron. En 1931, viajaron a la Unión Soviética, donde tuvieron hija, Lily. Lily Golden creció en la Unión Soviética y se convirtió en la primera estudiante negra en la Universidad Estatal de Moscú, y luego enseñó en el Instituto Africano de Moscú.
Lily se casó con Abdullah Khanga, un político de Zanzíbar, y tuvieron una hija, Yelena. Pocos meses después del nacimiento de Yelena, Abdullah regresó a Zanzíbar en 1962. Fue ejecutado en 1969.
Yelena creció con tres generaciones de mujeres que vivían bajo el mismo techo: Bertha, Lily y ella.
Una reseña del libro, de Kirkus Reviews: “Trazando la crónica de tres generaciones de orgullo racial y étnico, Khanga lanza una mirada crítica sobre el racismo, el feminismo, el comunismo y la democracia, y examina esas ideas e instituciones en relación con sus experiencias en los Estados Unidos y en el extranjero”.
Anterior: Walter Mosley, Aaron Levy Samuels, Carolivia Herron y MaNishtana
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