Quienes peinan más que algunas canas, quizás hayan leído alguna vez a Vicki Baum. Para quienes nunca hayan oído hablar de ella, es hora de comenzar a conocerla…
Vicki Baum, una escritora judía nacida en Viena en 1888, escribió más de 50 novelas durante su vida. Y, además, fue boxeadora y militante en el feminismo de época.
Hedwig Baum (su verdadero nombre) nació en el seno de una familia austriaca con más de un problema: entre otras cosas, su padre condenaba la lectura y la consideraba “vicio secreto”.
Baum, como era dable esperar, rápidamente cambió el arpa al que se dedicaba hasta entonces por la escritura.
El gran salto en la carrera literaria de Baum se produjo en 1929 cuando publicó Grand Hotel, la historia del encuentro entre los “bichos raros” que viven en un hotel de 5 estrellas en Berlín.
El libro fue un éxito, y se convirtió en uno de los primeros bestsellers modernos. La adaptación cinematográfica de 1932 fue protagonizada por Greta Garbo y Joan Crawford y ganó el Premio de la Academia a la Mejor Película.
Al año siguiente, una adaptación teatral se convirtió en el mayor éxito de Broadway en treinta años.
Baum se consideraba una “mujer nueva”, un movimiento que antecedió a la teoría feminista del siglo XX.
Esta militancia feminista encontró encarnadura en su amor por el boxeo. A finales de los años 20, Baum, con una o dos mujeres más, comenzó a entrenar en un gimnasio en Berlín.
“No sé cómo el elemento femenino se deslizó dentro de ese reino masculino”, escribió en 1964 en sus memorias (It Was All Quite Different), “pero … solo [algunas de nosotras] fuimos lo suficientemente fuertes como para seguir adelante con ello”.
Naturalmente, los libros de Baum fueron prohibidos en Alemania después de 1935. Sobre eso, escribió: “Ser judío es destino”.