O, si lo prefieres, “Test del bisnieto del gran rabino”. Sigue leyendo para enterarte de qué se trata…
El diario israelí Iediot Ajaronot acaba de informar que el nieto de Ovadia Yosef, uno de los rabinos jefes sefardíes más prominentes de Israel, y que se oponía con vehemencia a la homosexualidad, se casará con su novio en una ceremonia conducida por una mujer gay ortodoxa, Zahorit Sorek, prominente activista de la comunidad religiosa homosexual y miembro del partido Yesh Atid. Ovadia Cohen se casó con una mujer y tuvo dos hijos, pero la pareja se separó cuando Cohen “salió del closet”.
Hace tres años conoció a Amijai Landsman, que creció en una comunidad observante en Haifa, y los dos se mudaron juntos manteniendo un estilo de vida religioso. La pareja espera unos 200 invitados a la boda, en su mayoría familiares de Landsman y miembros de la comunidad gay religiosa. El periódico dijo que Cohen espera que “un pequeño número” de su influyente familia asista. “Fui bendecido con una maravillosa familia que me aceptó desde el principio, y también han aceptado a Ovadia”, dijo Landsman al periódico, indicando que la familia de Cohen era menos solidaria, y que ha tenido un contacto “muy parcial” con él luego de su salida del closet.
¿A qué conclusión llegaste…?
Después de leer esta noticia, ¿cómo la resumirías, si alguien te preguntara?
Como todo en esta vida, admite múltiples ángulos y capas de lectura,
Pero, sin conocerte, estamos casi seguros que oscilaría entre -por un lado- algo así como “otra víctima del fundamentalismo religioso es marginado por querer vivir su vida“, y -por otro lado- “un trasgresor de ley de Dios recibe lo que se merece“, quizás pasando por “una familia debe elegir entre su hijo y la Torá, y elige la Torá“…
Y es lógico, pensarás: los hechos no admiten discusión, y la noticia lo dice bien claro: “un hombre contrae matrimonio con otro hombre, y su familia judía ortodoxa lo rechaza”.
Las tres opciones que mencionamos más arriba implican una diferencia amplia de valoración, pero no de interpretación: solo parece haber una posible, que “las familias judías ortodoxas rechazan a sus hijos homosexuales”.
SI tu conclusión es diferente, ¡bien por ti!. Si no, piénsalo de nuevo…
Pues… ¿una pareja no está acaso compuesta por dos personas?
El novio del bisnieto del gran rabino, ¿no es también de una familia judía ortodoxa… que lo apoya desde el principio, y va a asistir sin problemas a la boda?
Los “hechos que no admiten discusión” pasan de repente a ser solo la mitad de los hechos, a poco que nos demos cuenta de que pasamos por encima de la otra mitad sin siquiera verlos o darles importancia.
Y la “única interpretación posible” se transforma, y ya no es “las familias judías ortodoxas rechazan a sus hijos homosexuales”, sino “algunas familias judías ortodoxas rechazan a sus hijos homosexuales… y otras no“
¿Te das cuenta de que solo habíamos puesto la atención en la mitad de la historia, probablemente la que confirmaba nuestras presunciones/prejuicios/sesgos previos, y descartado la mitad que los desmentía?
¡Por favor recuérdalo la próxima vez que leas una noticia de cualquier tipo!