La nueva campaña de PETA contra el lenguaje “anti-animal” toma un giro impensado (e impensable…)
PETA (Personas por el Tratamiento Etico de los Animales) es sin dudas la organización de defensa de los derechos de los animales más famosa y conocida del mundo.
Pero lo ha logrado mediante una sucesión de acciones provocativas que la pusieron en el centro de innumerables controversias y debates.
Banalización del Holocausto y de la esclavitud de los afroamericanos, sexismo, soft porno, utilización publicitaria de los asesinos seriales, promoción del consumo de alcohol en los adolescentes, fake news: a todo esto ha recurrido o ha sido acusada PETA a lo largo de las décadas.
Una de las acciones de PETA recordadas con mayor estupor se relaciona con un atentado terrorista en Jerusalen en 2003, realizado con un burro cargado de explosivos.
Su directora, Ingrid Newkirk, escribió una carta a Yasser Arafat para pedirle que se respete la vida… del burro.
Por suerte, su última campaña es un poco más simpática y menos controversial (aunque muchos sospechan que se trata de “colarse” en la lucha por los derechos de las mujeres y los debates por el lenguaje inclusivo).
La organización comenzó una campaña contra el lenguaje “especista” (la discriminación de los animales), sugiriendo alternativas amigables con la fauna a expresiones comunes (en inglés) que contienen “lenguaje anti-animal”.
“Las palabras importan“, explicó PETA, “y a medida que evoluciona nuestra comprensión de la justicia social, nuestro lenguaje evoluciona junto con ella“.
En el camino, puede que el grupo activista por los derechos de los animales haga que nuestro lenguaje sea también un poco más “kosher”.
Es que en lugar del popular dicho (en inglés) “traer a casa el tocino” (significando llevar el sustento al hogar), PETA sugiere “llevar a casa los bagels“.
Los bagels son, claro está, esos panecillos tan vinculados a la comunidad judía de los Estados Unidos.
PETA también debió haber pensado que la frase era especial, porque cambió su nombre de Twitter por “PETA: Trayendo a casa los bagels desde 1980”.
Lo que no aclara es qué hacemos con el salmón y el queso crema, los clásicos compañeros de los bagels y anatema para PETA.
Words matter, and as our understanding of social justice evolves, our language evolves along with it. Here’s how to remove speciesism from your daily conversations. pic.twitter.com/o67EbBA7H4
— PETA: Bringing Home the Bagels Since 1980 (@peta) 4 de diciembre de 2018