El 19 de junio de 1269, Luis IX de Francia ordena que sean multados los judíos que sean encontrados sin llevar en público el distintivo amarillo destinado a segregarlos de los cristianos
Luis IX (San Luis) de Francia ordenó, sin necesidad de que la Iglesia se lo pida, que todos los judíos encontrados en público sin una insignia distintiva (amarilla o roja) fueran multados con diez libras de plata.
El distintivo solía ser en Francia un círculo de tela roja o amarilla y se conocía como “rouelle”.
La “idea” original era en realidad del califa Omar II, (717-720) quien decretó que tanto judíos como cristianos llevaran una marca distintiva.
La “insignia” tomó diferentes formas, colores e incluso se transformó en una vestimenta entera (un sombrero o el color de un vestido, por ejemplo), según el país.
Normalmente llevada en el pecho, la rouelle tenía el objetivo de “advertir” a los cristianos de que están tratando con un judío o simplemente cerca de él.
Las insignias mismas eran vendidas por la corona, por lo que el gobierno se beneficia financieramente de dos maneras: primero vendiéndolas, y luego con las multas cuando no se usaban.