Fuego, azufre y una lluvia de sal que volvió estéril la tierra: así describen los científicos a la catástrofe que acabó con Tall el-Hammam -cerca del Mar Muerto- hace unos 3.600 años
Una antigua civilización del área del Mar Muerto fue aniquilada por una “ráfaga de aire” provocada por la aparente explosión de un meteorito que -con la potencia de un arma nuclear- destruyó ciudades y cubrió de sal la tierra de la zona hace unos 3600 años dejándola inhabitable durante siglos.
Los hallazgos del estudio de un año de duración realizado por un equipo multidisciplinario de científicos del Proyecto de Excavación de Tall el-Hammam -en Jordania- se publicaron en Nature Scientific Reports, una revista en línea revisada por pares.
Los autores del estudio piensan que este acontecimiento podría haber inspirado el relato bíblico de la destrucción de Sodoma.
La evidencia encontrada -que apunta a muertes súbitas y una destrucción generalizada que derrumbó edificios, derritió cerámica y dejó un paisaje árido y carbonizado-, llevó a la conclusión de que las ciudades y los asentamientos circundantes fueron destruidos por una ráfaga de aire provocada por una onda expansiva más grande que la que se produjo en 1908 sobre Tunguska, Rusia, donde un meteorito detonó con una energía 1000 veces mayor que la bomba atómica de Hiroshima.
Los hallazgos ayudan a resolver el misterio de por qué una de las regiones agrícolas más productivas de la zona, que alimentó a decenas de miles de personas durante más de 3000 años, se extinguió repentinamente y permaneció estéril durante varios cientos de años.
También ofrece una posible fuente para el relato bíblico de la destrucción de la ciudad de Sodoma que se describe en Génesis 19:24-25: “Entonces el Señor hizo llover azufre ardiente sobre Sodoma y Gomorra, del Señor desde los cielos. Así derribó esas ciudades y toda la llanura, incluidos todos los que vivían en las ciudades, y también la vegetación de la tierra“.
El estudio señala que existe un debate en curso sobre si Tall el-Hammam podría ser la ciudad bíblica de Sodoma, y dice que esa pregunta está “más allá del alcance de esta investigación“.
“Sin embargo .continúan- examinamos si las tradiciones orales sobre la destrucción de esta ciudad urbana por un objeto cósmico podrían ser la fuente de la historia de Sodoma en el Génesis. También consideramos si los detalles narrados en el Génesis tienen una coincidencia razonable con los detalles conocidos de este evento de impacto cósmico”, concluyendo que era plausible.
“La descripción en el Génesis de la destrucción de un centro urbano en el área del Mar Muerto es consistente con el de un potencial testigo ocular de una ráfaga de aire provocada por una explosión cósmica” dice el estudio, y señala que coincidía con los hallazgos de “piedras y fuego que cayeron del cielo; del humo espeso que se desprendió del fuego; de una ciudad importante que fue devastada; de sus habitantes que murieron súbitamente; y del los cultivos de la zona que fueron destruidos“.
El estudio también señala que la descripción de la destrucción de Sodoma es única. “No se conocen escritos antiguos ni otros libros de la Biblia que describan lo que podría interpretarse como la destrucción de una ciudad por algo como una ráfaga de aire producto de una explosión”.
Los científicos llegaron a sus conclusiones sobre la causa de la destrucción de Tall el-Hammam luego de investigar 14 líneas importantes de evidencia, entre ellas el descubrimiento de cerámica y ladrillos que se derritieron a temperaturas extremadamente altas, el carbono similar al diamante que se formó a alta presión y temperatura, y la evidencia de minerales que se derritieron a temperaturas de más de 2500º C.
Los investigadores estudiaron otras posibles causas de esos hallazgos, tales como la guerra, los terremotos y las erupciones volcánicas, pero concluyeron que, si bien podrían explicar algunos de los hallazgos, solo el estallido de un meteorito podría explicarlos todos.
El estudio examinó otras posibles causas como la guerra, los terremotos y las erupciones volcánicas, pero concluyó que, si bien podrían haber explicado algunos de los hallazgos, solo un estallido de meteorito podría explicarlos todos.
También descubrieron restos humanos que, según dijeron, estaban tan destruidos y dispersos que solo podrían haber llegado a ese estado por una explosión de potencia nuclear.
“Las circunstancias y el estado de los huesos y fragmentos humanos sugieren que, en el momento de su muerte, estos individuos estaban realizando sus actividades normales dentro del palacio, el camino de circunvalación superior y/o en la muralla, donde fueron impactados por un pulso térmico de alta temperatura, seguido de una onda expansiva a hipervelocidad provocada por un estallido de aire cósmico catastrófico”, dice el estudio, señalando que el acontecimiento más similar registrado en los tiempos modernos fue el de Tunguska.
En 1908, una masiva explosión cerca del pedregoso río Tunguska de Siberia arrasó unos 2000 kilómetros cuadrados de taiga forestal deshabitada. Curiosamente, no se descubrió ningún cráter y los científicos piensan que el oprigen de esos extraños fenómenos fue la explosión de un meteorito a unos 5-10 km sobre la Tierra.
Los investigadores también descubrieron que la razón por la que la región permaneció abandonada durante tanto tiempo después del cataclismo se debió a un aumento repentino de la salinidad de la tierra, que la hizo inadecuada para la agricultura durante siglos.
“Este abandono de la zona durante varios siglos era particularmente desconcertante, dado que esta área contenía las tierras agrícolas más fértiles en un radio de cientos de kilómetros. La destrucción fue tan notable y tan generalizada que el nombre de la zona pasó a ser ‘Abel’, que significa ‘motivo de duelo’“, señalan, agregando que no pudo deberse a ningún evento habitual, sino a “una catástrofe regional que puso fin a la civilización que despobló más de 500 km² al sur del Valle del Jordán durante entre tres y siete siglos“.
Los autores del estudio plantean la hipótesis de que la explosión sobre el muy salado Mar Muerto pudo haber esparcido “agua hipersalina” por toda el área.
“Los sobrevivientes de la explosión no habrían podido cultivar nada y, por lo tanto, probablemente se habrían visto obligados a abandonar el área”, dicen, y señalan que es posible que la tierra solo se haya vuelto cultivable nuevamente después de unos 600 años.
El aumento de la salinidad en el área es un vínculo más con el relato bíblico de Sodoma. Cuando Lot y familia huyeron de la ciudad, su esposa desobedeció a Dios y se volvió para ver la destrucción, por ello fue castigada y convertida en una columna de sal.
Según el codirector del equipo de investigadores de Tall el-Hammam, el Dr. Steven Collins, el sitio es un fuerte candidato a ser la ciudad bíblica de Sodoma debido a una multitud de factores, entre ellos los que mencionamos y su ubicación, que vincula con la referencia bíblica a “hakikar” (“la llanura”, en hebreo).
Collins piensa que la masiva destrucción de la zona se grabó a fuego en la memoria cultural colectiva y fue preservada por la tradición bíblica, aunque hay quienes no están de acuerdo con su teoría.
Tall el-Hammam es la segunda población más antigua en haber sido destruida por una ráfaga aérea producto de una explosión. La primera fue Abu Hureyra, Siria, hace unos 12.800 años.