El color del cabello de los judíos parece haber sido un tema de considerable interés a finales del siglo XIX y principios del XX. Esto es lo que encontraron…
Un artículo de la Enciclopedia judía publicado en 1906 contiene varias tablas que recopilan diversas observaciones sobre el color del cabello en judíos de todo el mundo.
Un cuadro se refiere a los escolares judíos de Europa Central (Austria, Baviera, Alemania y Hungría). Si bien se indica que la mayoría de los niños tienen cabello castaño o negro, se dice que aproximadamente entre un cuarto y un tercio de estos niños tienen cabello rubio.
La presencia de pelo rojo es inferior al 1%.
Una segunda tabla se refiere al color del cabello entre los judíos en países seleccionados de Europa.
Si bien el cabello oscuro vuelve a predominar, la frecuencia del cabello rojo a menudo parece ser del 2% o más, alcanzando más del 4% en Polonia, Galicia y Rusia.
Sin embargo, esa información tiene un valor dudoso. Entre otros problemas, el tamaño de las poblaciones de la muestra difiere mucho de un país a otro y se desconoce el método utilizado para seleccionar a los individuos incluidos.
Un estudio parecido se hizo en la ciudad de Nueva York, cuyos resultados fueron publicados en 1903 por Maurice Fishberg, médico y antropólogo, en el American Anthropologist.
El artículo de Fishberg se tituló “Antropología física de los judíos”.
Con un tamaño de muestra de casi 2300 judíos de veinte años o más, y razonablemente dividido entre hombres y mujeres, Fishberg encontró que aproximadamente el 82% de los judíos estudiados tenía cabello oscuro, es decir, negro, marrón o castaño oscuro, mientras que alrededor del 15% tenía cabello rubio, es decir, castaño claro o rubio, y cerca del 3% tenía el pelo rojo.
El porcentaje exacto de hombres pelirrojos fue del 2.53%, y el porcentaje de mujeres fue del 3.69%. Fishberg caracterizó el porcentaje de judíos pelirrojos como “alto”.
Y afirmó, sin referencia a ninguna autoridad, que “el eritrismo [prevalencia de la pigmentación roja] ha sido considerado como una característica de los judíos europeos”.
De manera similar, sostuvo que la condición “parece no ser de origen reciente”, refiriéndose a las descripciones bíblicas de Esaú y David.
Fishberg también observó el color de las barbas en 587 judíos y descubrió que el 10,9% eran rojas. A partir de esto, concluyó que “el cabello rojo es casi tres veces más común en la barba que en el cabello de la cabeza”.
Sus cálculos no son claros. Si el porcentaje de hombres pelirrojos fuera del 2,53%, entonces una observación de la barba roja del 10,9% indicaría que las barbas rojas son más de cuatro veces más comunes que el pelo rojo.
En cualquier caso, Fishberg caracterizó la frecuencia de las barbas rojas como “nada sorprendente” porque “cualquiera que haya observado a los judíos de cerca” sabría que “la barba es con bastante frecuencia roja. . . . ”
What the percentage of red-headed Jews is today is not at all clear. Cuál es el porcentaje de judíos pelirrojos hoy en día no está del todo claro, porque no hay estudios más recientes y mejor fundamentados que los de Fishberg que, además de las fallas mencionadas, dejó afuera a todos los judíos no ashkenazíes.
Lo que es seguro es que el pelo rojo no es un indicador de “judeidad”, pues no es exclusivo ni es predominante entre los judíos.
El cabello crece en los judíos en muchos colores, más que suficientes para disipar estereotipos injustificados.
Dejando a un lado las referencias literarias y artísticas, la incidencia del cabello rojo entre ellos simplemente evidencia que los judíos son como todos los demás.
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